Sábado, 15 Marzo 2025
El Centro de Estudios Económicos asegura que los no convencionales le pueden dar reservas al país hasta 2050 y que  se puede hacer “respetando el ambiente”.
fracking oscura
                                                                    Imagen de referencia. / Foto: partidoequo.es

Catorce6 conoció el estudio más reciente de macroeconomía desarrollado por el centro de investigaciones de las instituciones financieras, Anif, en el que se vuelve a alertar por las cortas reservas de petróleo con las que cuenta Colombia.

Su diagnostico es de un “pobre” crecimiento de los hidrocarburos (+0.8%) y la desaceleración del Carbón (-8.1%) lo cual podría impedir un repunte de la economía colombiana.

“Por esa razón, Colombia no debe perder su Norte y debería continuar trabajando en lo que Anif denomina el doble desafío productivo: i) lograr mantener la sostenibilidad del sector minero-energético; y ii) acelerar el paso hacia una mayor diversificación exportadora, impulsando los sectores de agro e industria”, señala el estudio.

Ahí es donde entra la propuesta de acelerar la reglamentación en Colombia de los No convencionales o fracking para lograr ampliar en casi 30 años las reservas. Mientras en muchos países del mundo se pone límites a la venta de carros con combustible fósiles, Anif piensa que lo mejor para el país es que se amplíe varias décadas la producción.

“En este frente minero-energético, resulta clave establecer un marco regulatorio claro para la exploración/explotación de hidrocarburos no convencionales. Las proyecciones disponibles señalan yacimientos que podrían incorporar alrededor de 5.000-8.000 millones de barriles a las reservas de petróleo de Colombia durante 2018-2050”.

Según Anif el potencial de los no convencionales dependerá del curso que tome dicho marco regulatorio y asegura que se puede hacer de una forma responsable con el medio ambiente. “Allí el tema ambiental es crucial, pues el debate alrededor de las técnicas de extracción no convencional es complejo y dinámicamente cambiante. En este sentido, mal haría Colombia en prohibir de tajo la aplicación de métodos no convencionales. De lo que se trata es de implementar y avanzar con las técnicas más productivas y menos contaminantes”.
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