Los objetivos son la investigación de la contaminación y la recuperación de las zonas afectadas asi como frenar definitivamente la producción, importación y exportación de productos con ese metal pesado.

Con la entrega del Plan de Acción Sectorial Ambiental de Mercurio, Minambiente busca suprimir definitivamente este metal para 2023, en cumplimiento de la Ley 1658 de 2013 y compromisos internacionales como el convenio de Minamata y el Acuerdo de París.
Uno de los objetivos del plan es investigar en Colombia la contaminación presente en agua, sedimentos y aire, evaluar su impacto en especies de fauna y flora, y promover la recuperación de ecosistemas afectados, entre otros puntos.(Le interesa: Ministerio de Comercio autoriza la importación de 5 toneladas anuales de mercurio)
Para el ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, “con este plan el Sistema Nacional Ambiental contribuye a la prevención de la contaminación por mercurio al controlar el uso, consumo y producción de la sustancia en el país. Adicionalmente, con los límites a la minería formal y a los diversos sectores, se busca frenar la producción, importación y exportación de productos que contengan mercurio como bombillos, termómetros o baterías.
El plan de ruta para lograr ese objetivo comienza en diciembre de este año cuando se organice la mesa técnica de seguimiento a este plan de acción. En esa mesa estará el Ministerio, institutos, Corporaciones Autónomas, ANLA, entre otras. Después de eso, durante el 2019, el Ministerio revisará toda la reglamentación vigente para actualizarla y ajustarla al plan de acabar con el mercurio en 2023.
En los siguientes años, las Corporaciones Autónomas y otras entidades del SINA deberán identificar y caracterizar las zonas de manejo, almacenamiento, disposición final y liberación del mercurio. Al tiempo el Ministerio trabajará con otras carteras como la de Salud e Industria para articular proyectos enfocados en la eliminación del metal.
De acuerdo al documento conocido por Catorce6, las CARs y los institutos de investigación, coordinados por el Ministerio, deberán consolidar un inventario actualizado, de las fuentes de emisión y liberación de mercurio como los rellenos sanitarios, las plantas de tratamiento de aguas residuales, los incineradores, los hornos crematorios y cementerios.
Las emisiones a la atmósfera y las liberaciones al agua y suelo pueden llegar a sitios donde se acumulan aguas abajo o en sitios donde la lluvia descarga parte del mercurio. Por esta razón es necesario consolidar inventario y seguimiento de fuentes activas y abandonadas relacionadas con el metal.
Para finales de 2023 también deberá existir una prueba piloto, como mínimo, de recuperación – remediación de áreas contaminadas con mercurio de potenciales pasivos ambientales.