Martes, 22 Abril 2025
Por Verónica Barreto Riveros
 
Los científicos declararon que el 2014 fue el año más caluroso en la Tierra desde que se realizan registros en 1880, además de que se intensifica el derretimiento de los glaciares y aumentan los eventos climáticos extremos. Sin duda, los líderes mundiales se deben comprometer a transformar sus economías para combatir el cambio climático. Catorce6 fue testigo de las principales deliberaciones de la COP 20 en Lima.
 
En la Cumbre de Cambio Climático realizada en Lima, varios expertos estuvieron de acuerdo en que se debe poner fin a décadas de subsidios dañinos de los combustibles fósiles y volver a dirigir esos recursos a las personas que los necesitan. “Hay que ponerle un precio al carbono y comenzar a contener la contaminación que genera el cambio climático”, advirtió en una de sus intervenciones Manuel Pulgar-Vidal, ministro del Ambiente del Perú y presidente de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco.
 
En este aspecto, puede decirse que casi 40 países y más de 20 ciudades, estados y provincias ahora usan un mecanismo de precios del carbono o planean hacerlo; Corea del Sur, por ejemplo, comenzó el comercio de carbono en enero de 2015. En la Cumbre sobre el Clima convocada por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en septiembre de 2014, 74 países y más de 1.000 empresas expresaron el apoyo a la fijación del precio a las emisiones de carbono. Por su parte, Noruega y Suecia ya introdujeron el impuesto de 100 dólares.
 
Sin embargo, las finanzas públicas no solucionarán solas el desafío del clima, se necesita la participación activa del sector privado para encontrar las soluciones que beneficien a sus empresas, así como a la Tierra. Para la reunión de este año en la capital francesa, las dos álgidas semanas de la cumbre en Lima concluyeron con un anteproyecto de texto del acuerdo de París que presenta las principales opciones para construir durante 2015 el futuro acuerdo. En marzo se conocerá el proyecto de acuerdo final. Los puntos más importantes de estas negociaciones fueron la diferenciación entre países desarrollados y países en vías de desarrollo, la transparencia de los compromisos y su comparación, la forma jurídica del acuerdo, la adaptación y la financiación, pues como se ha repetido constantemente,
en París se construirán las bases para reformar el protocolo de Kyoto, vigente desde 2005.
 
“No se va a solucionar milagrosamente el cambio climático, pero el reto en París será definir el destino”, dijo en Lima la secretaria de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (UNMCCC), Cristina Figueres, quien además descartó que no se logre un acuerdo internacional contra el cambio climático en la cumbre de París.
 
CHINA Y EE. UU., LOS TITANES DE LA SORPRESA
 
Uno de los países que causó mayor revuelo en la capital peruana fue China, que meses antes de la reunión de Naciones Unidas ya se comprometía con la reducción de emisiones y mostraba acciones en ese sentido. El gigante asiático encontró como uno de los mayores incentivos, además de la salud de su población, la necesidad de contar con niveles aceptables de la calidad del aire para tener opción de ser la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 que pretende celebrar en Pekín.
 
De hecho, un grupo de trabajo de la ONU reunido por estos días en Berlín, que analizaba el fuerte incremento de las emisiones durante la primera década de este siglo causado especialmente por la gran demanda de carbón en China y otros países, reconoció que en los últimos dos años el país asiático ha tomado diversas medidas que han llevado a reducir el uso de carbón, sugiriendo el fin del auge de este recurso.
 
Y es que la seguridad climática requiere que todos los países sustituyan sus sistemas energéticos basados en el carbón, el petróleo y el gas por energías alternativas como la eólica, la solar, la geotérmica u otra que signifique escasas emisiones de carbono. Frente a esto, las críticas de personalidades como Evo Morales siguen teniendo resonancia. El mandatario boliviano afirmó que el sistema financiero mundial ha seguido aportando centenares de miles de millones de dólares al año a la exploración y el desarrollo de nuevas reservas de combustibles fósiles, al tiempo que destina muy poco a la captura y el secuestro del carbono.
 
Estados Unidos, por su parte, sorprendió con su Estrategia de Seguridad Nacional presentada en Lima y finalizada el pasado 6 de febrero, donde por primera vez el cambio climático aparece como una amenaza al más alto nivel, como lo son por ejemplo el terrorismo o las armas nucleares. “Es una amenaza urgente y que va aumentado, provocando más desastres naturales, oleadas de refugiados y enfrentamientos por recursos básicos como la comida o el agua. Estamos trabajando en lograr un nuevo acuerdo climático universal ambicioso para dar forma a estándares en prevención, resiliencia y respuesta para la próxima década”, afirmó el presidente Barack Obama.
 
LAS PROMESA DE LA ALIANZA DEL PACÍFICO
 
Cada año, entre los 195 países del mundo tenemos que reunir 10.000 millones de dólares para mitigar el cambio climático. Y en la COP 20 de Lima los países latinoamericanos subieron sus aportes, en parte porque Perú como país anfitrión puso un tope sin precedentes: 10 millones de dólares. Ante esto, el presidente Juan Manuel Santos incrementó a 6 millones de dólares el apoyo del Gobierno colombiano al Fondo Especial para el Cambio Climático. “Venía con el compromiso de 4 millones de dólares, pero Perú me subió el umbral, entonces vamos a dar 6 millones de dólares”, afirmó.
 
Oyanta Humala advirtió que se deben imponer reglas para la convivencia, el progreso y el desarrollo, y que además se deben tomar medidas que involucren a las grandes empresas, a la sociedad civil y los medios de comunicación, pues “las naciones no industrializadas somos las que asumimos los costos del cambio climático, mientras los países ricos discuten cantidades, la cosmovisión andina de nuestros indígenas nos ayudaría a unificar programas para la convivencia con el planeta.
 
Los países industrializados deben demostrar liderazgo tanto en políticas económicas como en la inclusión social”, aseguró, y aprovechó la reunión de los líderes de la Alianza del pacífico para ofrecer su apoyo a las negociaciones de La Habana: “Juan Manuel, todos estamos contigo en este proceso de paz”.
 
Santos nombró además los tres programas bandera de Colombia para la adaptación al cambio climático, como la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (ECDBC), el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) y la Estrategia Nacional para la Reducción de la Deforestación y Degradación de los Bosques, cuyos resultados esperan verse a partir del 2020.
 
De otra parte, Michel Bachelet fue la primera mandataria chilena en participar en una cumbre de cambio climático, pero en su discurso no se comprometió con aportes económicos. Y el controversial Evo Morales, jefe de Estado boliviano, fue enfático en la rueda de prensa exclusiva que dio en el Pentagonito de Lima: “Yo promuevo una Haya en Latinoamérica, porque nosotros tenemos unas prácticas distintas frente al uso del suelo y deberíamos poder legislar sobre nuestros propios terrenos”.
 
Según los expertos asistentes a la COP 20, China y Estados Unidos producen emisiones industriales, mientras que en Colombia y Brasil, por ejemplo, el uso del suelo es lo más grave y representa la no emisión de oxígeno. Además, aseguraron que en el mundo hay una gran demanda de bioenergía, pero para eso se necesita más terreno, es decir, se debe pensar en mayores áreas forestales.
 
Muchos ambientalistas coinciden en que a medida que la población crece, aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y por eso se habló tanto en esta versión de la COP del PIB ambiental.
 
HACIA PARÍS 2015
 
Lo cierto es que a lo largo de este año, los gobiernos presentarán sus Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDCs, por sus siglas en inglés) a la CMNUCC, las cuales proporcionarán información sobre sus esfuerzos estratégicos para combatir el cambio climático mediante acciones adaptadas a sus circunstancias nacionales. Para ello se abrió un nuevo portal en el que estarán disponibles al público los documentos tal y como hayan sido presentados por las partes en la COP 20 y los que surjan.
 
En julio, los gobiernos del mundo se reunirán en Addis Abeba (Etiopía) para acordar un nuevo marco para la financiación mundial. Los líderes de cada país tienen la oportunidad este año de hacer inversiones y decisiones políticas inteligentes que permitan reducir tajantemente las emisiones nocivas a fin de proteger a sus ciudadanos de los severos costos del cambio climático. Y en diciembre de 2015 se conocerá el acuerdo para evitar que el calentamiento global supere los dos grados centígrados.
 
 
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