Según el Instituto Agustín Codazzi, el 38% (9.6 de 25.3 millones de hectáreas) de los suelos de esta región padece de sobre o sub utilización y no se respeta su verdadera vocación.
Para Juan Antonio Nieto Escalante, Director General del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), el 7.5% (1.9 millones de hectáreas) de la Orinoquia presenta una sobreutilización, producto de la desmesurada ganadería y agricultura y ya perdió su capacidad de regeneración. Entre tanto, el 30,5% de los suelos están subutilizados. Es decir, en un poco más de 7.7 millones de hectáreas no se aprovecha la capacidad para usos como la agricultura y la ganadería.
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“Los altos niveles de subutilización evidencian que se está desaprovechando la capacidad del suelo. El 37,1% alberga terrenos aptos para la producción, pero solo se ha impulsado la actividad pecuaria y la explotación petrolera. Las autoridades están en la obligación de utilizar los estudios de suelos para trazar una hoja de ruta que tienda hacia la activación agropecuaria, pero de una forma sostenible”, afirmó Nieto Escalante en el Foro de los suelos de la Orinoquia realizado en la ciudad de Villavicencio.
De los cuatro departamentos que conforman los Llanos Orientales, Arauca, Vichada, Casanare y Meta, los dos últimos son los más afectados con porcentajes de 44% cada uno. La subutilización de los suelos en Casanare y Meta es de 1.3 y 3.02 millones de hectáreas respectivamente. Mientras que la sobreutilización es de 786 mil millones de hectáreas en el Meta y 521 mil en Casanare.
Finalmente el IGAC reveló un estudio en el cual se afirma que el 26.3% de los suelos netamente productivos del país, se encuentran en los departamentos que conforman la Orinoquia. El estudio señala que de las 114 millones de hectáreas del territorio nacional, aproximadamente 11 millones albergan los mejores suelos para cultivar. Y de estos, 2.9 millones se encuentran en la Orinoquia.
“Vichada es el departamento con mayor cantidad de hectáreas para cultivar, con 1.486.706 hectáreas; sin embargo, necesitan de un “empujón” para producir, como prácticas de manejo especial y una significativa inversión económica. Le siguen Meta con 1.079.766 hectáreas, Casanare con 329.630 y Arauca con solo 6.629”, puntualiza el IGAC.