Los peluches son descritos en la página de su fabricante como “un material poco común que proporciona una extraordinaria sensación de suavidad”.

Foto: Caressedorylag.com

Animalistas de diferentes países de Europa han iniciado una cruzada para cuestionar e intentar frenar la venta de los peluches de la marca francesa Caresse d’ Orylag que usa piel de conejos para vender este tipo de productos que valen más de 5 millones de pesos colombianos, pues su costo en libras supera las 1.400.

La marca vende sus accesorios y juguetes con la descripción de “objetos diferentes con calmante. A través de sus colecciones de accesorios y juguetes de peluche, Orylag le invita a escapar de un toque: una experiencia sensorial única, un momento excepcional. ¿Su singularidad? Una dulzura extraordinaria que proporciona una verdadera sensación de bienestar”.

El movimiento animalista ha iniciado su lucha en Londres donde los peluches son comercializados por la exclusiva tienda Harrods. Allí la organización de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA por sus siglas en inglés) se ha manifestado asegurando que “es abominable dar a los niños pequeños, que, naturalmente, ven a los animales como sus hermanos, hermanas y amigos, la piel de un animal indefenso para jugar”.

Mimi Bekhechi, vocera de Peta le dijo al Daily Star que “los corazones de la mayoría de los niños se romperían si supieran que 'juguetes' como éste comenzaron como animales reales que permanecieron en el interior jaulas, todo antes de ser sacrificados por medio de electrocución”.

Ni la tienda Harrots ni la fábrica Caresse d’ Orylag se han pronunciado sobre las denuncias, sin embargo en la página de esta última empresa se advierte que la raza de conejo Orylag es única y extraordinaria y que su uso con estos fines comerciales está permitido por el Código de Conducta del Grupo de Trabajo de Lujo Sostenible y la Carta de la Organización Mundial de Sanidad Animal.