Al parecer desde la Guerra Fría esta base estuvo sepultada por hielos que nunca se iban a derretir.
A medida que el cambio climático eleva la temperatura de la Tierra, el derretimiento del hielo está dejando al descubierto tesoros de culturas antiguas y peligros que se había pensado quedaban enterrados para siempre. Ahora, los científicos identificaron uno de los lugares más extraños que pudieran emerger desde el hielo. Se trata de los restos de una base militar secreta del ejército norteamericano, Camp Century, que está llena de residuos radioactivos y fue abandonado hace décadas en Groenlandia.
Según estimaciones de Geophysical Research Letters, el cambio climático revelará el total de los residuos tóxicos y radioactivos de Camp Century para 2090. La base está cubierta por 36 metros de nieve y ahora parece estar derritiéndose más rápido de lo pensado. Los expertos advierten que pronto los residuos de la base podría sentar un precedente para conflictos internacionales sobre cambio climático.
La base militar Camp Century. / Foto:Silodrome
Cuando el hielo se derrita por completo, estiman los científicos, que 9.200 toneladas de materiales físicos y 53.000 galones de combustible diesel quedarían expuestos y tienen posibilidad de caer al océano por el agua del deshielo. Además de estos residuos, hay radioactivos de la planta nuclear y toxinas cancerígenas. Frente al riesgo ecológico surgen varia preguntas sobre cómo se puede hacer una operación de limpieza, y también quién puede hacerla como financiarla, pues extraer residuos de una profundidad de 30 metros no es nada económico.
¿Cuál es la historia?
Camp Century la crearon hace 60 años como un modelo de la nueva clase de bases militares en el Ártico. Está localizada a 1287 kilómetros del Polo Norte y la construyeron en grandes zanjas enterrada debajo de hielo y nieve para protegerla de temperaturas que podrían llegar a los -56 grados centígrados y de fuertes vientos que alcanzan hasta las 125 millas por hora. La base incluye una planta de energía nuclear, laboratorios científicos, una biblioteca, una iglesia y una barbería.
Esta base fue diseñada como una operación encubierta para contener a trabajadores y equipos para el proyecto militar ‘Iceworm’. En 1959 cuando la carrera armamentista de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética alcanzó un punto de quiebre, el ejército norteamericano buscó la manera de almacenar en secreto armas nucleares bajo las capas de hielo de Groenlandia y así poder lanzarlas por encima del círculo polar ártico en caso de que se desatara una guerra. El ejército incluso construyó una autopista subterránea de túneles que tiene aproximadamente 135 kilómetros cuadrados de extensión para que en caso de un ataque 600 misiles nucleares viajaran a través de los conductos. Desde 1966 la base está abandonada.
