Especialistas del programa de observación de la Tierra de la Unión Europea señalan que el iceberg desprendido en la Antártida no es el más grande registrado en la historia.
Foto: Copérnico EU
Pese a que es enorme, casi del tamaño de Bogotá, el iceberg que se desprendió hace un par de días desde la plataforma Amery, la tercera más grande de la Antártica, es tres veces más pequeño que el bloque de hielo que en el 2017 se separó de Larsen C.
El momento del desprendimiento quedó registrado en varias imágenes satelitales captadas por Copérnico, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA). Según el organismo, el gigantesco bloque se desprendió completamente de la plataforma situada al este de la Antártica el pasado 25 de septiembre.
Según explicaron en su cuenta en Twitter, tiene unos 210 metros de espesor y contiene 315.000 millones de toneladas de hielo.
🔴The new D28 Iceberg (five times the area of Malta 🇲🇹 or ~1582km²) just calved away from Amery ice shelf 🇦🇶#Antarctica
— Copernicus EU (@CopernicusEU) September 30, 2019
🔻Before (20/09) and after (25/09) #Sentinel1🛰️🇪🇺 captures processed by @StefLhermitte pic.twitter.com/4uN3Ce6E9D
“Es un desprendimiento importante, aunque no es ni mucho menos el más grande”, detalló el geólogo Jerónimo López -al medio español ABC- aclarando que el iceberg de esta oportunidad es tres veces menor al bloque que el 2017 se desprendió de la plataforma Larsen C.
Los cientifífocs de Copérnico llevaban al menos 20 años monitoreando el sector desde donde se desprendió d28 y según los registros la denominaban "diente suelto", por la similitud del bloque a una pieza dental infantil.
Pese a que el bloque es enorme y la sorpresa que provocó a los investigadores internacionales, se descartó que la situación sea efecto del calentamiento global.
"Aunque hay mucho de lo que preocuparse en la Antártida, no hay aún motivo de alarma sobre esta plataforma de hielo en concreto", detalló la profesora de la Universidad de California, Helen Amanda Fricker.
Sin embargo, los investigadores detallan que tampoco se debe tomar a la ligera. "La extensión del hielo marino en la Antártida vio una rápida pérdida de cerca de dos millones de kilómetros cuadrados desde finales de 2014 a 2017. Esto equivale a una pérdida de cuatro veces el área de España en tres años".
Incide la cuenta de Twitter del proyecto Copérnico, que también subraya la incidencia del calentamiento en el otro polo. "La extensión del hielo marino en verano es uno de los indicadores principales y más sensibles del cambio climático. El mínimo anual de la extensión de este hielo es en septiembre, y este año ha sido uno de los más bajos jamás observados".