La ONU emitió un informe alertando sobre las concentraciones de gases efecto invernadero a pocos días de la COP28.
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Según el boletín anual de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las concentraciones promedio mundiales de dióxido de carbono (CO₂), el gas de efecto invernadero más importante, estuvieron, por primera vez en 2022, un 50% por encima de las de la era preindustrial y continuaron creciendo en 2023.
Las concentraciones de metano y óxido nitroso experimentaron un aumento entre 2021 y 2022. A medida que las emisiones de CO₂ persisten, la temperatura global seguirá aumentando. La última vez que la Tierra experimentó una concentración comparable, la temperatura era 2 y 3 °C más cálida, y el nivel del mar estaba entre 10 y 20 metros más alto que ahora.
El dióxido de carbono es el gas más importante de la atmósfera y representa el 64% del efecto de calentamiento. El metano contribuye con el 16% al efecto de calentamiento de los gases de larga duración, y el óxido nitroso tuvo el mayor impacto, representando el 7% del forzamiento radiativo de los Gases de Efecto Invernadero de larga duración.
El Profesor Petteri Taalas, secretario general de la OMM, afirmó que, a pesar de décadas de advertencias de la comunidad científica, aún nos dirigimos en la dirección equivocada. El nivel actual de la concentración de Gases de Efecto Invernadero (GEI) nos mantiene muy por encima de los objetivos del acuerdo de París, lo que irá acompañado de condiciones climáticas extremas.
En mayo de este año, el Congreso Meteorológico Mundial aprobó una iniciativa para dar seguimiento a los GEI, la cual proporcionará información para limitar el calentamiento global en apoyo a los objetivos del acuerdo de París. Este informe destaca la necesidad de estrategias flexibles y adaptables, teniendo en cuenta que los tres principales gases de efecto invernadero tienen una variabilidad natural impulsada por procesos naturales y antropogénicos como el fenómeno del Niño, lo que podría amplificar o atenuar los cambios.
