Un estudio del Observatorio del Caribe reveló un preocupante nivel de vulnerabilidad del caribe colombiano. Las actividades y los patrones de asentamientos humanos, según el documento, constituyen un esquema de aprovechamiento y transformación del territorio que ignora los fenómenos naturales. De ahí que en menos de nueve años hayan ocurrido más de 70 deslizamientos de tierra, un aumento promedio de 14 centímetros en el nivel del mar y una erosión del 30 por ciento en las costas: 1,6 millones de personas han sido víctimas de la ola invernal del 2010.