La sana alimentación sería la clave para mejorar el rendimiento escolar y el desarrollo cognitivo de niños y jóvenes.
Según un estudio realizado por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, unos hábitos de comida saludable mejoran notablemente la productividad escolar y generan más energía para todas las actividades diarias.
Por otro lado, no alimentarse bien puede causar daños en la memoria a corto plazo, la salud física, la estatura y el peso e irreparables problemas cognitivos.
Algunas recomendaciones para mejorar estos hábitos y potenciar al máximo todas las habilidades intelectuales y físicas son:
- Comenzar el día con un buen desayuno.
- Reducir al máximo el tiempo de inactividad física.
- Incluir frutas y verduras en las comidas.
- Realizar actividad física como correr, nadar, bailar, caminar y usar la bicicleta.
- Establecer horarios de comidas.
- Elegir siempre opciones saludables al comer fuera de casa.