Contaminación de fuentes de agua con sustancias tóxicas, alteración de microfauna, acumulación de agentes químicos en tejidos y degradación del suelo, son algunos de los impactos que se generan en la biota, cuando medicamentos vencidos o en desuso penetran el subsuelo en aquellos rellenos sanitarios del país, que no cuentan con las debidas precauciones, ni tratamientos profesionales.
Las píldoras, tabletas, jarabes, antibióticos y otros fármacos vencidos, deteriorados o en mal estado, son considerados por las autoridades de salud como residuos peligrosos, ya que tienen un alto riesgo para la salud humana y el ambiente al contener sustancias como sulfuros, nitrógeno, halógenos y metales pesados como mercurio, arsénico, selenio y plomo, elementos altamente corrosivos, reactivos, inflamables y hasta radioactivos.
Medio Ambiente y salud, principales víctimas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) varias de estas sustancias, al ser ingeridas en altas dosis, son la causa de graves enfermedades como pérdida de la memoria, afecciones cardiovasculares, respiratorias, gastrointestinales, entre otras. En el medio ambiente producen alteraciones en los ecosistemas como contaminación del aire, agua, desertificación del suelo, inundaciones y muerte de especies de habitantes de lagos y lagunas como bacterias y microalgas, así como la acumulación de sustancias en la carne de peces y anfibios.
Por otro lado, en algunas ciudades como Barranquilla, Villavicencio y Quibdó, es común que se presenten inundaciones en épocas específicas del año debido al taponamiento de los sistemas de alcantarillado y drenaje. Uno de los factores que conlleva a esta problemática es porque la gente arroja sus medicamentos, empaques y residuos al inodoro, lavamanos o directamente a la vía pública. Estos se acumulan en grandes cantidades, bloquean el adecuado desplazamiento del agua y contaminan los recursos naturales, con graves consecuencias de salud en la comunidad.
Jorge Trujillo, director ejecutivo de la Corporación Punto Azul en Colombia, señala “El propósito de crear contenedores especializados de medicamentos es disminuir el impacto ambiental, con el adecuado procedimiento de disposición final de los residuos”. Esta entidad, una de las más reconocidas en el acopio de residuos sólidos de medicamentos vencidos, reporta la recolección de 108 toneladas en lo que va corrido del año. Sin embargo, este es un porcentaje mínimo comparado con la cantidad de fármacos que a diario se mezclan con desechos orgánicos en las diferentes regiones del país.
Nathalie Ramos Arias, Ingeniera Ambiental de la Corporación Bioparque, explica "Los antibióticos, que son enviados a rellenos sanitarios, actúan de la misma manera que en el ser humano: neutralizan las acciones de las bacterias, que se encargan de degradar y compactar los desechos, lo que significa mayor acumulación de basura en el ambiente. Así mismo, los diferentes químicos que se liberan de los fármacos penetran amplias capas del subsuelo, se distribuyen en fuentes de agua y de paso contaminan cada uno de los recursos de estos ecosistemas"
Programas de información y sensibilización, una alternativa
Para la Secretaría de Ambiente de Bogotá, el problema se agudiza por el desconocimiento y la falta de conciencia ambiental de la población. Según la entidad, la ausencia de programas de sensibilización, información y educación y la poca infraestructura para el aprovechamiento, valorización, disposición y tratamiento de residuos aumenta la amenaza.
Punto Azul concluye que es importante que las personas reciclen y conozcan los procedimientos que se realizan en centros especializados: “Los medicamentos primero se separan por categorías, se incineran a altas temperaturas para neutralizar sus propiedades y así convertidos en sustancias inertes, luego se envían a rellenos sanitarios en un estado más compacto e inofensivo”. Pero advierte que este método no se puede hacer de forma inapropiada, porque libera sustancias altamente tóxicas a la atmósfera.
Los jarabes y soluciones ultravenosas se pueden tratar en casa pero con las debidas precauciones. Estas se deben mezclar con suficiente agua hasta diluir todas sus características químicas y luego se desechan en el sistema de drenaje, sin comprometer la salud y el ambiente.
Sitios especializados
En Colombia hay 623 contenedores Punto Azul ubicados en Bogotá, Cundinamarca, Valle del Cauca, Eje Cafetero, Antioquia, Tolima, San Andrés, Atlántico, Bolívar, Magdalena, Guajira y Cesar. La Corporación Punto Azul espera también llegar a otras regiones del sur del país como Nariño y Cauca.
Estos contenedores únicamente admiten medicamentos vencidos, deteriorados, consumidos parcialmente y envases vacíos. Indican que por ningún motivo se deben llevar residuos biológicos como jeringas, algodones, gasas, baja lenguas y elementos cortopunzantes por disposiciones de seguridad ambiental en la recolección de fármacos.
Con estos programas, las organizaciones buscan generar mayor conciencia ambiental y que las personas no consuman medicamentos caducos que pongan en riesgo la salud. También piden al gobierno que disponga de nuevos proyectos de sensibilización y educación, para evitar problemáticas de salubridad, falsificación, adulteración y contrabando de fármacos, así como el bienestar y la mitigación de fuertes impactos contra la naturaleza.
DEPARTAMENTO | No. | DEPARTAMENTO | No. |
Antioquia | 64 | Magdalena | 12 |
Cundinamarca | 24 | Meta | 20 |
Atlántico | 25 | Norte de Santander | 7 |
Boyacá | 20 | Quindío | 8 |
Caldas | 13 | San Andrés | 2 |
Córdoba | 11 | Santander | 13 |
Meta | 20 | Sucre | 9 |
Quindio | 8 | Tolima | 10 |
Risaralda | 20 | Valle | 101 |
Bolivar | 11 | Bogotá | 244 |
Huila | 9 | TOTAL GENERAL | 623 |