Miércoles, 23 Abril 2025

 

 

Es un Nogal y fue plantado hace más de 200 años.

 

 

 

Redacción Catorce6

 

 

 

En Chapinero, entre la calle 77 y la carrera novena, se erige el que, quizá, es el tesoro más preciado entre ambientalistas y defensores de la flora en Bogotá.

 

Se trata de un Nogal de 30 metros de alto, que tiene un tronco de 1,6 metros de diámetro y que, según la Secretaría de Ambiente del Distrito,  lleva más de 200 años en pie.

 

De hecho, ese despacho invirtió cerca de 200 millones en la conservación del árbol, que crece al menos un centímetro por año.

 

El Juglans Regia es una especie de grandes hojas pinadas de unos 40 centímetros, con foliolos rojizos que se tornan verdes oscuros con el paso del tiempo.

 

Según la historia, el árbol fue sembrado en la primera década del siglo XIX en la antigua Hacienda del Chicó, que para esa época quedaba muy alejada al centro urbano. Ha sido intervenido con inyecciones de nutrientes que lo han protegido de las plagas invasivas y le han retirado los hongos que impiden su desarrollo.

 

Aunque el ejemplar presenta algunos deterioros normales de su edad, como un leve pudrimiento,  los expertos aseguran que adornará el norte de la capital muchos años más  y que se encuentra fuerte como un roble.

 

 

 

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