La Contraloría halló irregularidades en un proyecto de energías renovables en el sur del país. Critica además que 1.5 billones de regalías se destine para vías terciarias.
Contralor general, Edgardo Maya. / Foto: contraloria.gov.co
Los cuestionamientos de la Contraloría son muy graves frente al manejo de los recursos de las regalías para proyectos de ciencia, tecnología e innovación. En ese sentido advierte que la auditoría se aplicó a 33 proyectos por valor de $380 mil millones, de los cuales se evidencia que en cinco de ellos hay posibles irregularidades por $76 mil millones.
Uno de ellos directamente relacionado en materia ambiental: en el departamento de Vichada donde se aprobó un proyecto para construir un centro de formación e investigación en energías renovables CINER, por valor de $32.917 millones. En ese caso la experiencia de los contratistas no se pudo comprobar y la plata termino perdiéndose prácticamente pues no se hicieron las instalaciones de celdas solares que eran la razón de ser del contrato.
Pero eso no es lo más escandaloso, en Cauca se destinaron $16.000 millones con el supuesto objetivo de “fortalecer capacidades tecnológicas y competir en el mercado global, con actividades de formación en estudios de posgrado a empresas de emprendimiento”. Esa plata según la Contraloría terminó invertida en un asadero de pollo y un spa.
En ese sentido el contralor advirtió que los intereses políticos le están ganando a la ciencia. “(Las regalías) no se están invirtiendo totalmente en tal fin, mientras académicos e investigadores quedan subordinados a los actores políticos que deciden esta clase de gastos y a los contratistas muchas veces poco idóneos que ejecutan los proyectos”.
Por último Edgardo Maya cuestiona que 1.5 billones de regalías se pasaran de la ciencia a las vías terciarias, advirtiendo que “en el marco de los problemas no sólo de eficiencia, sino de diseño institucional que están poniendo en riesgo la calidad del gasto del Fondo de Ciencia y Tecnología, cabe hacerse la pregunta de si por una única vez esos saldos disponibles tendrán un mejor uso apoyando la construcción de la paz, que a disposición de actores e intereses equivocados o, en las arcas del Tesoro, sin uso alguno”.
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