Un triste final tuvieron José y Liso, dos felinos que fueron llevados a África después de padecer maltratos en Perú. Cazadores furtivos terminaron con ellos de la forma más cruel.
José y Liso. /Foto: Adi
Animal Defenders International –ADI- fue la organización encargada de hacer una logística gigante el año pasado para trasladar más de 30 leones rescatados de circos de Colombia y Perú con el fin de llevarlos a África para brindarles un espacio natural de seguridad y bienestar, que lamentablemente terminó siendo todo lo contrario.
En las últimas horas ADI informó que José y Liso, dos de los animales rescatados en Perú, fueron encontrados sin cabeza, patas ni piel, en el santuario natural de Emoya en la norteña provincia de Limpopo. El hecho sería responsabilidad de cazadores furtivos.
“El brutal asesinato de José y Liso por cazadores furtivos nos ha dejado desconsolados, llenos de ira y es un recordatorio de lo que sucede cuando el mundo permite que un precio sea puesto sobre las cabezas de animales como leones, rinocerontes y elefantes”, sostuvo en un comunicado ADI Latinoamérica.
También anticipó la organización, que su presidenta, Jan Creamer, “trabaja con el equipo de Emoya en Sudáfrica, donde la seguridad de los leones restantes es una cuestión prioritaria. Todas las medidas están siendo revisadas.También estamos haciendo un seguimiento a los autores de este crimen”.
Autoridades policiales citadas por BBC Mundo y que están investigando el caso, sostienen que a los leones los mataron probablemente para utilizar sus miembros en rituales.
Muchos curanderos tradicionales en zonas rurales de Sudáfrica utilizan las partes de distintos animales (como patas de león o cerebros de buitre) para preparar pociones supuestamente curativas o mágicas.