Con este ejemplo el alcalde mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa, ilustró el estado deplorable de algunos articulados. Conductores dicen que cada día se varan más de 15 buses.

En las últimas semanas se han multiplicado las denuncias de ciudadanos y de entes de control sobre el mal estado de los buses de Transmilenio viejos que circulan por Bogotá, poniendo en riesgo la seguridad, salud y ambiente sano de los ciudadanos.
Por un lado los conductores del sistema de transporte masivo advirtieron que diariamente se varan 15 buses y que incluso algunos circulan por las principales vías con las llantas lisas y sin revisiones mecánicas.
Hace apenas un mes, Catorce6 había informado sobre la denuncia de la Personería de que más de la mitad de los articulados incumplen los parámetros de emisiones atmosféricas de la ciudad, sin que la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) ejerza control alguno. Lea también: Viejos, contaminantes, con fugas y sin control, el panorama de los buses de Transmilenio
Y como si fuera poco, un estudio de la Universidad Nacional reveló que cerca del 20% del material contaminante de Bogotá corresponde a los buses de la fase uno de Transmilenio.
Ante toda esa polémica, el alcalde Enrique Peñalosa reconoció las dificultades, y volviendo a poner el espejo retrovisor en la anterior administración, anunció que intentará renovar la flota el otro año.
“Son buses que tienen 1.2 millones de kilómetros recorridos, en algunos casos, hay buses que han recorrido más, eso es como recorrer tres veces la distancia de la Tierra a la Luna. Eso dificulta que los bancos financien la adquisición de nuevos buses”.
Al respecto anunció que hacia final de 2018 ingresarán al sistema articulado 1.500 buses para actualizar los automotores de la primera y segunda fase de Transmilenio.
Por un lado los conductores del sistema de transporte masivo advirtieron que diariamente se varan 15 buses y que incluso algunos circulan por las principales vías con las llantas lisas y sin revisiones mecánicas.
Hace apenas un mes, Catorce6 había informado sobre la denuncia de la Personería de que más de la mitad de los articulados incumplen los parámetros de emisiones atmosféricas de la ciudad, sin que la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) ejerza control alguno. Lea también: Viejos, contaminantes, con fugas y sin control, el panorama de los buses de Transmilenio
Y como si fuera poco, un estudio de la Universidad Nacional reveló que cerca del 20% del material contaminante de Bogotá corresponde a los buses de la fase uno de Transmilenio.
Ante toda esa polémica, el alcalde Enrique Peñalosa reconoció las dificultades, y volviendo a poner el espejo retrovisor en la anterior administración, anunció que intentará renovar la flota el otro año.
“Son buses que tienen 1.2 millones de kilómetros recorridos, en algunos casos, hay buses que han recorrido más, eso es como recorrer tres veces la distancia de la Tierra a la Luna. Eso dificulta que los bancos financien la adquisición de nuevos buses”.
Al respecto anunció que hacia final de 2018 ingresarán al sistema articulado 1.500 buses para actualizar los automotores de la primera y segunda fase de Transmilenio.