La petición fue hecha por Wilman Herrera, representante legal de la asociación de pescadores del sector de Albornoz, al sur de la ciudad, en donde fueron descubiertos los sacos que contenían restos de piel y órganos de reses muertas.“En días pasados algunos pescadores de comunidades vecinas fueron contratados para retirar los sacos pero son personas sin ningún tipo de conocimiento o capacitación sobre el manejo de este tipo de desechos por lo que dudamos que el proceso se haya realizado bajo los protocolos necesarios para el cuidado ambiental”, expresó Herrera.

El jurista advirtió que las personas contratadas solo recogieron unos 7 u 8 sacos, de los más de 30 que se descubrieron, muchos de ellos ubicados en el fondo de ese cuerpo de agua. Por tal motivo anunció la interposición de una denuncia disciplinaria contra Cardique y la Alcaldía de Cartagena, entidades que deben hacerse cargo del proceso de recolección y eliminación de los sacos.
Al respecto, ambas dependencias manifestaron que se está a la espera de los resultados de laboratorio que se le practicaron a varias muestras recogidas de los desechos y una vez se conozcan estos, se determinará el procedimiento a seguir. “Antes de proceder con el retiro de los sacos solicitamos concepto de todas las entidades que participaron en el Consejo de Gestión del Riesgo y tomamos la decisión de actuar, en principio, para sacar los elementos teniendo en cuenta que no generaban peligro en su manipulación, según un informe que tenemos del Dadis. Además, es cierto que pedimos apoyo a los pescadores, porque en algunos sitios se dificultaba ingresar con un artefacto naval de mayor calado o las embarcaciones de Guardacostas”, expresó Irvin Pérez, Director (e) del Establecimiento Público Ambiental de Cartagena.
Este medio consultó al biólogo de la Universidad de Cartagena José Luís Verbel, quien aseguró que el retiro de los sacos debe hacerse lo más pronto posible para evitar que el proceso de descomposición de los desechos avance dentro del agua. “A medida que estos desechos se van pudriendo van liberando fluidos altamente cargados con bacterias y parásitos los cuales al combinarse con los microorganismos dañinos presentes en la cienaga, de por sí, ya contaminada el agua, pueden crear un coctel peligroso y agravar la situación de la bahía lo cual podría derivar en mortandad de peces y perdida de vegetación acuática. Ojalá los procesos se aceleren y se proceda lo más pronto posible”, advirtió el biólogo.