Es un sistema replicado mundialmente que entrega datos exactos sobre los gases de efecto invernadero. Ahora no tendrá apoyo para nuevas investigaciones.

“No puedes administrar lo que no mides. El adagio es especialmente relevante para los gases de efecto invernadero que calientan el clima, que son cruciales para gestionar y difíciles de medir”. Así de contundente es la conclusión a la que llegó la reputada revista Science que acaba de hacer la denuncia de las nuevas medidas de Trump para desestimular la investigación del calentamiento global.
En los últimos años los instrumentos satelitales y de aviación han comenzado a monitorear el dióxido de carbono y el metano a distancia, y el Sistema de Monitoreo de Carbono (CMS) de la NASA, una línea de investigación que cuesta cerca de US$10 millones al año, ha ayudado a unir observaciones de fuentes y ha creado modelos de resolución de los flujos de carbono del planeta.
“La administración del presidente Donald Trump silenciosamente mató al CMS”, advierte Science.
La historia arranca en el Congreso de Estados Unidos que en un primer momento se abstuvo de hacer recorte en el presupuesto de las misiones. No obstante un acuerdo de gasto firmado por la Casa Blanca en marzo no incluyó al CMS. “Eso permitió que la medida de la administración surta efecto. Las subvenciones existentes podrán terminar, pero no se respaldará ninguna investigación nueva”, dice Steve Cole, vocero de la NASA en Washington, D.C.
Muchos de los 65 proyectos respaldados por la CMS desde 2010 se centraron en la comprensión del carbono encerrado en los bosques. Por ejemplo, el Servicio Forestal de EE. UU. Ha operado durante mucho tiempo la principal evaluación global basada en tierra del carbono forestal, pero los inventarios intensivos en mano de obra de la tierra y la madera no se extendieron al remoto interior de Alaska. Con el financiamiento de CMS, los científicos de la NASA trabajaron con el Servicio Forestal para desarrollar un generador de imágenes láser basado en aeronaves para contar las reservas de carbono de los bosques.
"Ahora han completado un inventario de carbono forestal en Alaska a una fracción del costo", dijo a la revista, George Hurtt, un investigador del ciclo del carbono de la Universidad de Maryland en College Park, que dirige el equipo científico de CMS.
Entre otras cosas, el programa también ha apoyado la investigación para mejorar los inventarios de carbono de los bosques tropicales, complementó otros monitoreos de carbono, apoyó los esfuerzos de la ciudad de Providence para combinar múltiples fuentes de datos en una imagen de sus emisiones de gases de efecto invernadero e identificar formas de reducirlas y ha rastreado el carbono disuelto en el río Mississippi mientras fluye hacia el océano.
Y no es la primera vez. La Casa Blanca ya ha lanzado un amplio ataque contra la ciencia del clima, proponiendo en repetidas ocasiones recortes al presupuesto de la ciencia de la tierra de la NASA, incluido el CMS, y cancelaciones de misiones climáticas como el Observatorio Orbiting Carbon 3 (OCO-3).