Miércoles, 23 Abril 2025

En vertederos de metales y químicos usados en la construcción del túnel de La Línea se han convertido los diferentes ríos y afluentes del departamento del Quindío. El agua cristalina de los nacimientos ahora luce como una mezcla grisácea y contaminada.

Entre los responsables está el Instituto Nacional de Vías (Invías), entidad pública a la que le abrieron dos investigaciones como consecuencia de las afectaciones generadas a la quebrada La Gata en el sector de obras anexas, y la Unión Temporal Segundo Centenario (UTSC) por el incumplimiento al permiso de vertimientos sobre la misma quebrada.

Mientras que Invías se vio obligada a pagar 2.972 millones de pesos, la UTSC deberá desembolsar en los próximos 15 días la suma de 3.948 millones de pesos.

Según señaló la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ), que abrió las investigaciones e impuso las multas, ​a la fecha hay seis procesos donde se han evidenciado falencias en el Plan de Manejo Ambiental de la obra por la disposición de materiales en sitios no autorizados y falta de estructuras para disponer de estos, que, además, en la mayoría de casos han sido mayores a lo establecido en la obra.

“Hay caudales de 200 litros por segundo que emergen de la obra. La falencia es no haber dimensionado una planta de tratamiento adecuado desde que se inició, pues no se tuvo la previsión de los lodos y la cantidad de agua que iba a salir de allí”, señala Alejandro Salcedo, jefe de la oficina de procesos ambientales, sancionatorios y disciplinarios de la CRQ. Para hacer un estimado, el consumo promedio de una familia en Bogotá es de 0,12 litros por segundo o bien 10,76 metros cúbicos al día de agua.

El panorama de la ruta del agua con sedimentos en el departamento no solo salpica a La Gata, afluente que se ha llevado el mayor lastre.​ Otras quebradas como San Rafael, la Virgen Negra, el Salado y el Naranjal, que desembocan en el río Santo Domingo, ​también ​han registrado la mancha densa. El paso de estas sigue ​al r​í​o Verde, el Quindío y el Navarco, que se unen con el río Barragán para formar el río La Vieja, siendo finalmente Cartago la ciudad a donde llega todo este material de arrastre.

Así van los procesos

La construcción del túnel de La Línea lleva 10 años en ejecución, el doble de lo previsto en sus inicios. Hasta el momento, Invías ha pagado el valor de las sanciones de dos procesos (034 de 2011 y 014 de 2012), ambos relacionados con la quebrada La Gata, cuyas multas suman 2.927 millones de pesos. Adicionalmente, deberá cumplir con una serie de medidas de orden compensatorio tales como hacer limpieza manual de la quebrada y repoblar la fauna y flora, debido a la sedimentación que se presenta.

Por su parte, la UTSC tiene dos procesos (013 de 2012 y el 121 de 2010) relacionados con el incumplimiento al permiso de vertimientos sobre La Gata. Estos culminaron con una sanción de 3.080 millones de pesos, la cual fue confirmada y deberá pagarse en los próximos 15 días.

La multa más reciente​ a ​UTSC (proceso 044 de 2011) se presentó por afectación al recurso hídrico y suelo por disposición inadecuada de escombros sobre una ladera, donde se incumplió un permiso de ocupación de cauce y se realizaron obras no autorizadas que afectaron tres quebradas (La Virgen Negra, la Lola y una tercera sin nombre). La cuantía a pagar es de 868 millones de pesos y aún es susceptible del recurso de reposición.

​Entre las obligaciones dispuestas por la CRQ está limpiar las quebradas, repoblar la fauna y realizar una siembra de árboles en toda la extensión del afluente con el fin de regular su caudal.


La quebrada El Salado es una de las fuentes de agua que han sido afectadas por las obras del túnel de La Línea.

Lo que viene

Los dos procesos restantes, ambos contra UTSC (010 de 2014), se abrieron a causa de la disposición final de lodos y agua provenientes de los sedimentadores del túnel en el predio botadero Las Américas 1.​ Allí se generaron unas piscinas de lodo que afectaron al río Navarco. Ya se formuló pliego de cargos y se espera un pronunciamiento de fondo.

“En Calarcá dependíamos de cuatro fuentes: el Naranjal, San Rafael, El Salado y el río Santo Domingo, ahora solo dependemos del río. Hemos tenido las otras fuera de servicio. Eso es muy grave y está bien que se pongan esas sanciones, pero no está bien que se dilate y difumine el asunto en términos de unas multas relacionadas con la contaminación del agua y se esté dejando de lado la parte gruesa de 54 ítems del Plan de Manejo Ambiental que han estado fallando”, expresó Nestor Ocampo, director de la Fundación Ecológica Cosmos de Calarcá.

 

 

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