La eliminación de la actual generación de combustibles fósiles, para ser sustituidos eficazmente por energías renovables, es la más reciente disposición de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los diferentes gobiernos alrededor del mundo.

Según el informe presentado la última semana por las Mesas de Trabajo del Panel Intergubernamental, el uso de energías extraídas directamente de la naturaleza es la principal causante del drástico aumento de temperaturas y del efecto invernadero en amplias zonas del planeta.

Datos oficiales de la ONU indican que el cambio climático, en lo corrido del año, ha afectado notablemente diferentes ecosistemas, produciendo fuertes sequías e inundaciones. Debido a estos desastres ambientales, el organismo internacional decidió convocar a los países a reducir notablemente sus emisiones de gas contaminante, con el propósito de corregir el límite máximo de subida de temperatura, que se encuentra actualmente en 2° centígrados.

Una de las principales recomendaciones de la ONU a la comunidad internacional se centra en poner en marcha políticas sostenibles para modificar la sobreexplotación de recursos naturales por el sector productivo. “Es una eficiente manera de mejorar la calidad de vida tanto de las personas, como de los demás seres vivos para las próximas décadas” señaló.

De igual manera, este organismo internacional espera entre otras acciones, una adecuada implementación y desarrollo de nuevos sistemas de movilización y planificación urbana, la disminución de la intensidad energética, así como el cese de deforestación de bosques en el mundo. “El camino es tratar de aprovechar fuentes alternativas y reutilizar materiales para ayudar a preservar el medio ambiente”.

En esa medida, los científicos y organizaciones gubernamentales recomiendan cuanto antes “cambiar las formas de producir dinero”, con el fin de proponer mejores modelos de desarrollo industrial, así como minimizar la explotación de los recursos naturales con fines lucrativos. Para ellos, esta es la única manera de contravenir las drásticas modificaciones del clima, y en consecuencia, impedir la destrucción tanto de ecosistemas, como de formas de vida a gran escala.