Investigadores confirman, que el color de la mantis orquídea no se distingue entre las 13 especies de flores, confundiendo a los insectos que son atraídos hacia ellas.
En el estudio realizado se muestra como una mantis envuelta, con patas que se parecen a los pétalos, sirve no solo para evadir a depredadores sino para proveerse su comida.
Durante este proceso, se estudió también cómo los polinizadores se comportaban alrededor de las mantis, pues en más de una ocasión se pudo ver que se acercaban tanto como para ser atrapados, aseguró James O'Hanlon, autor principal del estudio y biólogo evolutivo en Macquarie University en Sidney, Australia.
Además, es el único animal en el mundo que se asemeja una flor para atraer a su presa, pues otros se camuflan entre las flores, pero estas son las que atraen los insectos, agregó James.
Cabe anotar que el estudio será presentado en la edición de enero de American Naturalist.