Se espera que este 4 de julio llegue la sonda Juno a Júpiter y pueda entrar en su órbita para conocer las condiciones debajo de la atmosfera del planeta más grande del sistema solar.
Adriana Ocampo era apenas una niña de 14 años cuando el mundo fue testigo, en 1969, de la llegada del hombre a la luna, un hecho sin precedentes que después de cuatro décadas no se ha vuelto a repetir. Desde entonces ha soñado con explorar el sistema solar y todo el universo. Lo ha logrado a cabalidad, pues ya dirigió la misión New Horizons que llegó hasta Plutón y ahora lleva las riendas de Juno.
Esta tiene como objetivo resolver las dudas más originales sobre cualquier planeta, por ejemplo, su formación, las características de su suelo y su papel, no sólo en la creación del sistema solar sino incluso de la tierra y sus condiciones para albergar vida.
“Se dice que pudo traer la molécula de agua para que el campo gravitacional de la Tierra la absorbiera, porque se piensa que ese planeta actuó como una ‘licuadora’ en el proceso de formación del Sistema Solar y trajo de afuera esas moléculas para integrarlas”, aseguró la geóloga Ocampo en entrevista con El Tiempo.

Júpiter. / Foto tomada de NASA - JPL-Caltech
También estudiará indicios sobre la formación del planeta, su núcleo, el agua presente en la atmósfera, sobre su masa, y sus vientos, que pueden alcanzar velocidades de hasta 618 kilómetros por hora (384 mph).
Pero hay algo muy llamativo de la misión y es que, aparte de sus fines científicos, tiene un propósito ambiental claro. Según Ocampo, a esta misión se le considera ‘verde’ porque “será la primera vez que la humanidad se ponga alrededor del planeta más grande del Sistema Solar con energía abastecida por paneles solares. La nave tiene tres, cada uno con una longitud de cuatro metros y hay uno que al final tiene el magnetómetro, por lo que se extiende casi metro y medio más. Esa energía solar se transfiere a electricidad y abastece la nave y su carga útil, es decir los instrumentos científicos que lleva”.
De esta forma termina sólo el primer paso de la misión, el del traslado de Juno, que se tomó un poco más de cuatro años y 11 meses. Ahora se espera que orbite Júpiter durante 20 meses para terminar la misión en febrero de 2018.