El implante de estimulación cerebral profunda (DBS) es similar a un dispositivo de marcapasos cardíaco, excepto que los cables del marcapasos se implantan en regiones específicas del cerebro en lugar del corazón.

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La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia degenerativa, que afecta a más de 5 millones de estadounidenses. Para el año 2050, esta cifra podría elevarse a 16 millones, según la Asociación de Alzheimer. Esta enfermedad, que no tiene cura y no se puede controlar fácilmente, se vuelve progresivamente incapacitante con la pérdida de la memoria, la cognición y el empeoramiento de la función conductual, además de una pérdida gradual del funcionamiento independiente.
Los investigadores del Wexner Medical Center de la Universidad Estatal de Ohio realizaron un estudio para frenar la disminución de la resolución de problemas y las habilidades de toma de decisiones en estos pacientes.
Se implantaron cables eléctricos delgados en los lóbulos frontales de los cerebros de pacientes con enfermedad de Alzheimer para determinar si el uso de un marcapasos cerebral podría mejorar las capacidades cognitivas, conductuales y funcionales en pacientes con esta forma de demencia.
Los tres participantes del estudio mostraron mejoría, incluida LaVonne Moore, de 85 años de edad quien vive en Delaware, Ohio. Cuando ingresó al estudio en 2013, no estaba preparando ninguna comida. Después de dos años de estimulación cerebral profunda, podía preparar de forma independiente una comida sencilla, mezclar los ingredientes y cocinar.
Ella pudo organizar un viaje, que incluía organizar la totalidad de la logística para el mismo y ocuparse de las cuentas llevando el dinero necesario. Ella también recuperó la independencia para seleccionar su ropa, anotaron los investigadores.
El Dr. Douglas Scharre, coautor del estudio y director de la División de Cognitivos del Instituto Neurológico del Wexner Medical Center de Ohio State, dijo "Tenemos muchos recursos para la memoria, herramientas y tratamientos farmacéuticos para ayudar a los pacientes de Alzheimer con la memoria, pero no tenemos nada que los ayude a mejorar sus juicios, tomar buenas decisiones o aumentar su capacidad para centrar la atención de forma selectiva, evitar las distracciones. Estas habilidades son necesarias para realizar las tareas diarias, como hacer aseo, elegir qué comer y tener una conversación significativa con amigos y familiares”.
"Los lóbulos frontales son responsables de nuestra capacidad para resolver problemas, organizar y planificar. Al estimular esta región del cerebro, las habilidades funcionales cognitivas y diarias del Alzheimer en su conjunto disminuyeron más lentamente que los pacientes con Alzheimer que no está siendo tratado con DBS”. Afirmó el doctor Scharre.
El próximo reto para los investigadores del estado de Ohio es explorar métodos no quirúrgicos para estimular el lóbulo frontal, que sería una opción de tratamiento menos invasiva para frenar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.