Una investigación realizada por expertos de la Universidad de Columbia advierte que las muertes asociadas a las olas de calor pueden aumentar en un 20 por ciento para la década del 2020 y hasta en un 90 por ciento o más para la década de 2080 en centros urbanos como Manhattan.
Según el informe los registros de datos diarios ya muestran que las temperaturas medias mensuales han aumentado entre 1901 y 2000 en 2 grados centígrados.
Además se espera que este incrementó de muertes por el cambio climático se sienta más en las ciudades, debido a que allí se tiende a concentrar el calor, porque los edificios y el pavimento lo absorben durante el día y lo emiten al entorno durante la noche, calentando más el ambiente. Este efecto es conocido como "isla de calor".
El doctor Radley Horton, uno de los líderes del estudió, afirmó que estos resultados no solo prenden las alarmas en el área de Manhattan, sino que son reflejo de lo que puede pasar en la mayoría de grandes ciudades: “La gente tiene que recordar la ola de calor que afectó a Rusia en 2010, matando a unas 55.000 personas, y la de 2003 que mató a 70.000 en Europa central y occidental”.
El aumento de las temperaturas invernales asociado al calentamiento global reducirá la cifra de fallecimientos provocados directa o indirectamente por el frío, pero según los cálculos del nuevo estudio, eso sólo contrarrestará parcialmente las muertes que se cobrará el calor, con el resultado de que la tasa neta de mortalidad asociada al clima y sus temperaturas podría aumentar en un tercio.