Después de 4 días de silencio, se volvieron a escuchar hasta hoy los trenes subterráneos de Nueva York, ciudad donde según su alcalde Michael Bloomberg, en una alocución esta mañana, “Sandy cobró la vida de al menos 37 ciudadanos, y puede que el número continúe incrementándose”.
El número de muertos que dejo el huracán por Estados Unidos se estima en 82, mientras en el noreste del país escasea la gasolina y los equipos de emergencia luchan por llegar a las zonas más desbastadas para restablecer la electricidad, pues unos 6 millones de hogares y empresas en 15 estados del país estaban el miércoles aún sin energía.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Explicó que esto demuestra que las comunidades seguirán enfrentándose a los incrementos de los niveles del mar y a cambios en los patrones climáticos. En un comunicado la organización resaltó que “Sandy” es el ejemplo más reciente de inusuales eventos climáticos extremos, en una larga línea de fenómenos naturales de este tipo que se están presentando alrededor del mundo con mayor frecuencia y severidad.
Sandy comenzó como un huracán de fin de temporada en el Caribe, donde causó la muerte de 69 personas, antes de tocar tierra en Estados Unidos con vientos de 130 kilómetros por hora. Con una amplitud desde Carolina del Norte y del Sur hasta Connecticut, se trató de la tormenta más grande en área en impactar a Estados Unidos en décadas.