Desde unidades móviles con equipos especializados realizan controles que tardan menos de diez minutos por cada vehículo, técnicos de la Secretaría de Movilidad de Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Así, buscan limitar la contaminación del aire, con el apoyo de equipos que evalúan filtros de aire, fugas en el motor y emisiones reguladas.
Esta tecnología se complementa con las denuncias recibidas por redes sociales que ciudadanos hacen desde sus teléfonos móviles, así como a través de llamadas telefónicas, según indica Luis Guillermo Mejía, líder de Control de la Secretaría de Movilidad de Medellín.
Los vehículos que sobrepasan los niveles contaminantes, también llamados “chimeneas rodantes”, representan una alta cuota del 80% de la polución del aire, emitida por el parque automotor en la ciudad, por lo cual se atiende la problemática con especial atención.
No obstante, y aunque celebran este tipo de estrategias, el gremio transportador se siente vulnerado, pues alegan que no son el único motivo del problema. “Tenemos nuestros propios programas de revisión permanente y todos cumplimos las normas, según la ley”, asegura Héctor Cadavid, director de la Corporación de Transportadores Urbanos de Medellín, que contempla 17 empresas y 2.200 vehículos de transporte público.
Los resultados en Medellín con los operativos de abril son de 440 vehículos que no cumplen con los estándares de calidad, luego de la prueba que ha sido aplicada a 990 automotores. En tal sentido, la medida ha contribuido a mejorar en parte la contingencia ambiental, ya superada, según establece la autoridad ambiental del Valle de Aburrá.
Los vehículos contaminantes, detectados con los dispositivos de control en Medellín, son
sancionados con 15 smldv por parte de la Secretaría de Movilidad. Foto/ Área Metropolitana.