Desde el 11 de septiembre, el Dagma impondrá multas a las personas o empresas que utilicen el agua para lavar vehículos, llenar piscinas, limpiar fachadas o realizar actividades que no requieran con urgencia el uso del líquido, que escasea en la ciudad.
Las primeras medidas fueron comparendos educativos para generar una conciencia sobre el uso del agua, pero desde el próximo viernes los caleños tendrán que pagar, dependiendo de la infracción y el estrato. Aunque aún no se conoce el monto mínimo de las multas, el tope más alto llegará a los 500 salarios mínimos diarios (más de $10 millones), según declaraciones de Camilo Vélez, coordinador del Grupo de Recurso Hídrico del ente ambiental.
Los operativos se comenzarán a hacer por funcionarios de la entidad, quienes harán recorridos y visitas a establecimientos comerciales y casas, para asegurarse de que la medida se cumpla.
Esta iniciativa se realiza debido al gran desabastecimiento de agua que sufre Cali en algunos sectores, como en la comuna 1, donde sus habitantes manifiestan que llevan ochos días sin el preciado líquido.