Por Verónica Barreto Riveros
En 2022, el país asiático generará 100 gigavatios de energía solar, duplicando el trabajo actual del carbón. Esto, además, crearía oportunidades de negocio del orden de 160 mil millones de dólares. Algunos de sus principales planes inmediatos en materia de energía renovable incluyen la ampliación de la capacidad instalada acumulada de 170 GW y el establecimiento de una Universidad Nacional de Energías Renovables.
El ministro de Finanzas del país asiático, Arun Jaitley, anunció en la presentación del presupuesto anual que el impuesto será de 200 rupias (unos 3,25 dólares) por cada tonelada métrica de carbón extraído, el doble de las 100 rupias por tonelada métrica que había anunciado en julio de 2014. Los impuestos del carbón van a un Fondo Nacional de Energía Limpia (NCEF, por sus siglas en inglés), que ya cuentan con un monto de 2.760 millones de dólares.
Chandra Bhushan Singh, directora adjunta del Centro de Expertos con sede en Nueva Delhi para la Ciencia y el Medio Ambiente, dijo que, “así como se refirió el ministro Jaitley al carbón y a la salud, sería una buena idea utilizar los recursos del NCEF para limpiar el sector de la energía existente a base de carbón térmico”, responsable de casi el 50 por ciento de la carga de contaminación industrial en el país.
Los impuestos sobre la gasolina y el diesel en India reducirían 11 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono en menos de un año.
A finales del año pasado, por ejemplo, la capacidad instalada de energía renovable del país llegó a 33,8 GW, en mayor parte de energía eólica (66 por ciento), seguida de la biomasa, pequeñas centrales hidroeléctricas y la energía solar.
De otra parte, la India se está comprometiendo con la disminución de las emisiones de carbono mediante el aumento de los impuestos sobre la gasolina y el diesel. Estas medidas darían lugar a una reducción de 11 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono en menos de un año, lo que representaría el 0,6 por ciento de sus emisiones anuales de gases de efecto invernadero.
Como ya se sabe, estas emisiones son las mayores causantes del cambio climático, y en la COP de París 2015 India está en la mira para reducirlas o mitigarlas, ya que actualmente es el tercer mayor emisor del mundo después de China y Estados Unidos. Sin embargo, expertos señalan que el carbono se ha ido acumulando en la atmósfera desde el inicio de la era industrial, y la contribución de la India a ese total entre 1850 y 2011 ha sido del 3 por ciento, en comparación con el 21 por ciento de EE. UU. y el 18 por ciento de la Unión Europea.
LA TRACCIÓN ELÉCTRICA DEBE SER AGRESIVA
Los ambientalistas asiáticos han criticado en las últimas semanas el silencio del Gobierno indio frente a las amenazas que representa la contaminación del aire en las ciudades, especialmente en Nueva Delhi. La única respuesta del Ministerio de Hacienda fue el anuncio de un desembolso de 12 millones de dólares para animar al uso de vehículos eléctricos.
“A pesar de que el Ministro de Hacienda ha hablado de cómo la contaminación afecta a los pobres y los mayores impactos se deben a la contaminación del aire, no hay nada en el presupuesto que ayude a mejorar la calidad del aire que no sean vehículos eléctricos, cosa que solo se dará en el futuro. El presupuesto ni siquiera habla de la inversión en transporte público”, advirtió Chandra Bhushan.
Para los expertos, el desembolso destinado a los carros eléctricos es apenas una cantidad simbólica. No es nada en comparación con la magnitud de la inversión necesaria para que esto demuestre una medida agresiva.
¿Y LA BIODIVERSIDAD QUÉ?
Balakrishna Pisupati, expresidente de la Autoridad Nacional de Biodiversidad de la India y quien ha participado en las negociaciones multilaterales sobre medio ambiente por más de 20 años, cree que los objetivos de las medidas en su país se han centrado sobre todo en la reducción de las emisiones y en el incentivo a las energías limpias, pero no se ha hecho un cálculo real de cómo estos problemas afectan la biodiversidad: “Hay varias actividades basadas en proyectos a corto plazo con el apoyo de diversos ministerios sobre adaptación al cambio climático, la mitigación y la resistencia, pero no hay un sistema para utilizar los datos climáticos en la evaluación de los impactos sobre los ecosistemas naturales. India es todavía incipiente en posicionar el vínculo entre ciencia y política en relación con el cambio climático, los ecosistemas y la biodiversidad”. La India, en su preparación para la Cumbre de Cambio Climático 2015, debería reforzar su enfoque en la cooperación Sur-Sur, concluye Pisupati.

El impuesto al carbón se dobló este año en el país asiático como medida para incentivar el uso de energías limpias y renovables.
/ Foto:Indiaclimatedialogue.
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