Mientras los sistemas silvopastoriles en Colombia apenas “gatean”, de 15 millones de hectáreas aptas para ganadería en el país, se están empleando 35 millones, es decir, hay una sobreutlización de los suelos (vea: Cómo es la ganadería sin huella).
Y es que según cifras oficiales, Colombia tiene 114.174.000 hectáreas, de las cuales 45.377.000 hectáreas presentan algún tipo de erosión generada principalmente por el paso devastador de los animales. La cifra en rojo está puesta sobre unas 3.330.000 hectáreas (3 por ciento) que son consideradas en condición de erosión muy severa, de no uso y no retorno, según el primer mapa de Degradación de Suelos por Erosión en Colombia presentado este año por el Ideam (vea: Aumentan tierras erosionadas en Colombia).
La luz de esperanza ilumina 19 millones de hectáreas en una condición de erosión moderada y otras 22 millones en condición ligera, es decir, donde se puede hacer algún tipo de intervención que permita su recuperación, estabilidad y conservación.
“En colombia hay una agricultura mal manejada, no se trata de señalar una responsabilidad puntual de un sector, sino del manejo que se le da a la actividad. Otras como la minería ilegal y no sostenible también contribuyen en gran medida con la degradación del suelo, eso lo vivimos día a día en la Amazonía, Nariño, Chocó y Antioquia, donde están concentrados los principales focos”, explica Ómar Franco, director del Ideam.

/Fuente: Ideam
Responsabilidades compartidas
El 28 por ciento del territorio colombiano presenta algún tipo de conflicto por prácticas inadecuadas. Por ejemplo, de los ocho departamentos que conforman la región Caribe, cinco tienen problemas graves de deterioro del suelo (vea: Colombia se está quedando sin piso).
“Es un recurso importante que hemos dejdo de lado, tal vez estamos tan acostrumbrados a pisarlo diariamente, que no hemos tenido conciencia de la necesidad de su cuidado”, asegura Juan Antonio Nieto Escalante, director general del IGAC, en el evento Gestión Sostenible del Suelo: Sustento para la Paz, realizado en el marco de la celebración del Año Internacional de los Suelos.

Para Rafael Zavala, representante en Colombia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, es un tema de responsabilidad conjunta. “Colombia tiene suelos muy frágiles, por eso se tiene que generar una estrategia de política agroambiental de articulación y generar lineamientos para la gricultura y la conservación de los suelos. Los problemas de los recursos no se deben delegar solo al Estado, porque va a estar incompleta la estrategia”, opina.
Zavala argumenta que México y Colombia tienen casi la misma extensión (35 millones de ha) destinada a prácticas ganaderas, “sin embargo, en México se hace en superficies en zonas áridas y semiáridas; en Colombia se practica en zonas biodiversas, por eso se necesita una estrategia. Esa necesidad imperiosa debe darse porque en el país la población se concentra mayormente sobre la cordillera de los Andes, que a su vez alimenta de agua al Amazonas”. Y añade que, “en la medida que no se tengan planes para conservar esos suelos, vamos a ir generando más erosíon, se va a contaminar más el agua y se van a generar más sedimentos que van a los ríos”.

/Fuente: Ideam