Martes, 22 Abril 2025

Por Daniel O. Mendivelso Rodríguez

Con el propósito de reducir la emisión de gases efecto invernadero a la atmósfera y mitigar las graves consecuencias que deja el cambio climático en los recursos naturales y ecosistemas, los países de la región Andina (Colombia, Perú y Ecuador), le apuestan al uso de energías renovables, con tecnologías que contribuyen al abastecimiento y seguridad energética en entornos más sostenibles.

Para los expertos, el progresivo aumento de temperatura se debe al uso de combustibles fósiles como el carbón o los derivados del petróleo, que emiten altísimos niveles de material particulado contaminante. “Las fuentes de energía tradicional emiten más de 900 toneladas por unidad de energía que se use, comparada con una eólica o fotovoltaica con solo tres”, señaló Rubén Contreras, especialista en energía y cambio climático de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La incertidumbre de los combustibles fósiles

Si bien en Latinoamérica, sistemas como el de transporte, maquinaria o servicios públicos utilizan en más del 90 por ciento energías convencionales, la tendencia a mediano plazo es que las alternativas reemplacen a estos métodos de abastecimiento tradicional.

Así, países como Brasil y Ecuador lideran el uso y aplicación de energías alternativas y renovables, con iniciativas como transporte público eléctrico y la construcción de estructuras con paneles solares y sistemas eólicos. “Básicamente, la idea es perder temor frente al uso de energías renovables, que muchas veces se catalogan como costosas, o que deben ser subsidiadas por el gobierno”. Concluyó el funcionario.

Gobiernos, a la vanguardia de la tecnología

El gobierno ecuatoriano le apuesta a las energías alternativas como una manera de usar racionalmente los recursos. La mitigación de los graves impactos del cambio climático se ha convertido en prioridad para esta nación suramericana. “Ecuador está enmarcado en un proyecto de cambiar la marquilla energética, a través de hidroeléctricas, termoeléctricas, desarrollo de biocombustibles, campos eólicos y ayudando en el cambio de las cocinas de gas por cocinas de inducción” precisó Adrián Flores, docente investigador de la Universidad Central de Ecuador.

Por su parte, los peruanos y colombianos se defienden con proyectos que mejoran el abastecimiento de energía en regiones apartadas del país. “En Perú se está dando prioridad a la energía hidráulica para luego usar energías renovables diferentes” señaló Pedro Berlí Flores, director del Centro de Energías Renovables de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.

Para diferentes líderes, la idea es comprender que las energías alternativas tienen un costo más alto que las convencionales, pero es prioridad, según ellos, que los gobiernos aseguren inversión en este tipo de herramientas, para dejar de depender del petróleo y de los demás combustibles fósiles.

Titanes en búsqueda del desarrollo

La alta demanda energética obliga a los países andinos a buscar nuevas formas de abastecimiento. No obstante, el cambio climático es una realidad que se debe afrontar y controlar y sólo se logra con proyectos que vinculen la disminución de carbono y otros gases contaminantes.

Por esta razón, especialistas de cada uno de los países que conforman la región Andina, se reunieron durante el WorkShop Regional de Metrología y Retos Tecnológicos en las Ciencias del Clima y la Energía Renovable, realizado hace algunos días en Bogotá por el Instituto Nacional de Metrología de Colombia (INM), para definir el uso de energías renovables y así evitar una posible “crisis energética”.

El desarrollo debe vincular la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente, lo cual implica modificar las prácticas industriales convencionales. Durante el encuentro, los expertos aseguraron que el apoyo de entes públicos y privados es vital para lograr este propósito. “El estado debe coordinar políticas a futuro, que garanticen la distribución y disponibilidad de energía para apalancar el desarrollo de la industria”, puntualizó Javier Eduardo Viveros, director general del Instituto Nacional de Metrología (INM).

En medio del prestigioso evento, los asistentes concluyeron que hacer uso razonable de los recursos naturales, para nuevos productos como los biocombustibles y el biodiesel, garantizará la preservación del ambiente y los ecosistemas, con grandes beneficios para la comunidad. “Es necesario el cambio a energías renovables y limpias, además de un compromiso colectivo que permita desarrollar tecnologías, para un uso eficiente de otras fuentes de energía”, afirmó Viveros.

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Editorial

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