Por Daniel O. Mendivelso Rodríguez
Empresas madereras en Colombia promueven el pacto intersectorial por la madera legal, para un plan de reforestación sostenible a corto plazo.
Cerca de 148 mil hectáreas de bosque son taladas al año en Colombia. La mayoría de los impactos ambientales por deforestación se atribuyen a la industria del papel. Sin embargo, cultivos ilegales, colonización de tierras, expansión agrícola, minería ilegal, incendios forestales, entre otras actividades humanas son las causantes del grave deterioro de bosques y desertificación del suelo, que ponen en jaque la sustentabilidad de los ecosistemas.
Solamente un 10 por ciento de la tala legal de árboles se destina para la fabricación de papel. La otra parte se reserva para el sector de construcción y generación de biocombustibles. Tambien, expertos indican que la producción de papel es la más sostenible.
Para la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) las productoras de papel utilizan madera de plantaciones forestales comerciales certificadas por el gobierno, lo cual asegura que para un manejo responsable de los recursos naturales, no se extrae madera de bosque natural primario. “El 90 por ciento de la deforestación de bosque primario es causada por prácticas agrícolas insostenibles”, señala la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Papel no sustentable ¿Mito o realidad?
Tras varias décadas, organizaciones ambientales aseguran que la fabricación de papel destruye miles de hectáreas de bosque. Aunque el material provenga de plantaciones forestales comerciales, se cree que son prácticas inadecuadas para los ecosistemas. Sin embargo, estos semilleros de madera son una estrategia básica para ampliar la oferta de productos maderables, que cada vez cobran mayor demanda en el país.
Las plantaciones de bosques comerciales no sustituyen los naturales. Por el contrario, son más productivas, crecen más rápido, previenen la erosión y desertificación del suelo y proporcionan nuevos hábitat para especies silvestres, así como desarrollo económico rural. Según reportes del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), “Desde el punto de vista ambiental, las plantaciones forestales comerciales pueden ser fuentes acertadas de energía renovable y materia prima”.
La base del papel son la madera y el bagazo de caña de azúcar. Estas materias primas absorben grandes cantidades de dióxido de carbono. La mayor parte de la energía utilizada para la fabricación de papel es renovable, con menos intensidad de emisión de gases efecto invernadero. Se estima un 1.1 por ciento de emisiones mundiales de esta industria, ayudando considerablemente a la mitigación de efectos del cambio climático.
Era digital amenaza ecosistemas
Desertificación del suelo, contaminación de acuíferos y otros cuerpos de agua, sedimentación, pérdida de biodiversidad y material particulado altamente tóxico en la atmósfera son solo algunos de los fuertes impactos, que los materiales de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) pueden causar al ambiente.
La mayoría de estos desechos, por desconocimiento de la población, van a parar a rellenos sanitarios municipales, sin adecuado control de las autoridades. Los residuos electrónicos que se generan en el mundo oscilan entre 20 y 50 millones de toneladas anuales, sin adecuadas medidas de acopio y reutilización, lo cual representa una gran desventaja frente a la sostenibilidad de medios impresos.
Por otro lado, la demanda de energía de los dispositivos electrónicos hace que aumenten los daños ambientales y también se incrementen los costos del servicio, mientras los impresos reducen la emisión de carbono cerca de un 20 por ciento. El Swedish Royal Institute for Tecnology advierte, “Con un tiempo de lectura de 30 minutos por día, el impacto ambiental de un periódico publicado en la red, tiene en general el mismo rango de impacto que un periódico impreso”.
Empresas papeleras comprometidas con la sostenibilidad
Análisis estadísticos de consumo indican que personas y organizaciones comerciales eligen las comunicaciones en papel. “El 68 por ciento de los colombianos prefiere el papel porque genera más confianza, satisfacción, seguridad y efectividad que los documentos digitales”, señala la Asociación Colombiana de la Industria de la Comunicación Gráfica (Andigraf).
"Two Sides" una iniciativa internacional apoyada por empresas colombianas como ANDI, Andigraf, Andiarios, Fundalectura, Asomedios y la Cámara Colombiana del Libro, promueven la producción, el uso y la recuperación responsable del papel y los impresos, con amplias campañas de reciclaje como medida de aprovechamiento de residuos. “El papel es un producto renovable y reciclable, que producido y consumido razonablemente, puede ser la manera más sostenible de comunicarse”, asegura.
Para los expertos de Two Sides, una de las razones por las que compañías públicas y privadas cambian impresos por medios electrónicos es por ahorrar dinero, dejando de lado la responsabilidad con el medio ambiente.
Por esta razón, la industria del papel propone un ciclo de alternativas de solución, que van desde la fabricación con materias primas, hasta la reutilización en nuevos productos. La idea es lograr que el papel usado conserve en buen estado sus fibras, para que permanezcan disponibles y así se asegure su sostenibilidad y beneficios ambientales. Según la ANDI “El papel es uno de los productos más reciclados del mundo. La industria colombiana es líder en reciclaje y alcanzó en 2013 una tasa de aprovechamiento del 48 por ciento, mientras exportó el 16,6 por ciento de la producción nacional”.
Datos curiosos
- Se necesitan en promedio 9 kilovatios hora para producir 30 kilogramos de papel, relativo al consumo promedio por cabeza en Colombia.
- Un correo electrónico con un anexo de 400 k enviado a 20 personas es equivalente a tener prendido un bombillo de 100 vatios durante 20 minutos.
- 100 búsquedas en google son equivalentes a planchar una camisa.
- Los residuos electrónicos crecen rápidamente y pueden ser tóxicos.
- Las plantaciones forestales ocupan solo el 7 por ciento de la cobertura boscosa total, suministrando el 52 por ciento de la madera en el mundo.