Pérdida del oído, desorden psicológico y alteración del funcionamiento adecuado del organismo, son los efectos negativos que produce la exposición a altos niveles de ruido. En ciudades industrializadas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de cada cinco personas cuatro padecen algún tipo de deficiencia auditiva, por los altos decibeles a los que se exponen diariamente.
Estrés, irritabilidad, Perturbación del sueño, falta de concentración, agresividad, estados depresivos, cansancio, dolor de cabeza, problemas gastrointestinales, alteración de la presión arterial, aumento del ritmo cardiaco, inestabilidad del sistema inmunológico, interferencias en la comunicación, entre otros, son los frecuentes daños tanto fisiológicos, como emocionales a los que se ven sometidas las personas, una grave amenaza contra la salud de la población.
Para la organización internacional, lograr un descanso apropiado requiere que los niveles de ruido sean similares a los del entorno de una biblioteca, lo cual indica que el sonido continuo de fondo no debe exceder los 30 decibeles, mientras que el producido por fuentes fijas (parlantes, radio, teléfono) los 45.
Ruido, factor de riesgo para la salud
La presencia de maquinaria industrial, transito automotor y aéreo, construcción, obras públicas y centros para diversión y recreación son los mayores agentes de emisión de ruido que afectan la calidad de vida de personas y grupos sociales.
No obstante, el uso diario de audífonos es la causa principal para la pérdida de capacidad audible, más en niños y jóvenes que en población adulta. Estos aparatos a todo volúmen pueden emitir una cifra exagerada: casi 120 decibeles que pegan directamente al timpano, lo cual significa la muerte irreversible del oido medio.
Según la OMS, el ser humano tolera hasta 70 decibeles de ruido, por lo que una cifra mayor a este rango trae consecuencias graves para el oído humano. Sin embargo, cerca de 130 millones de personas alrededor del mundo están expuestas constantemente a niveles superiores a 65 y 300 millones viven en zonas de incomodidad acústica.
Las emisiones por encima de los 80 dB producen el deterioro de las células auditivas, lo que hace necesario tener en cuenta acciones correctivas a tiempo. Para mitigar estas alteraciones, científicos recomiendan el adecuado control del ruido emitido por el transporte, no asistir con frecuencia a lugares con música a gran volumen, apelar a barreras físicas que disminuyan la transmisión de fuertes sonidos y evitar el uso de espacios ruidosos prolongadamente.
Día Internacional contra el Ruido
Debido a las causas, consecuencias y repercusiones de esta problemática en las condiciones normales del ambiente y la salud de los seres humanos, el 29 de agosto fue decretado como el Día Internacional contra el Ruido.
Diversas organizaciones nacionales e internacionales lideran numerosas campañas de divulgación de información, para evitar que la crisis vaya en aumento, sobre todo en ciudades con alto crecimiento demográfico y desarrollo tecnológico e industrial.
En Colombia, las corporaciones autónomas regionales (CAR), junto con la policía ambiental llevan a cabo iniciativas para sensibilizar, vigilar y mantener los adecuados niveles de ruido, a través de operativos de control. También disponen de mesas de trabajo y charlas con la comunidad, para dar a conocer la normatividad referente al tema y educar a las personas en alternativas, para prevenir impactos y mejorar las condiciones de ambiente y seguridad.