Martes, 22 Abril 2025

Texto: Carolina Tamayo Hernández

Con un aumento de más del 30 por ciento de deforestación de la Amazonía, según datos oficiales del gobierno, Brasil se enfrenta al mundo bajo un modelo ecológico cuya inversión asciende a los 20 millones de dólares con estadios verdes, control de emisiones de carbono y energía renovable para este Mundial 2014.

Por ser el mayor evento deportivo del planeta, el Mundial de Fútbol tiene un impacto considerable en la sociedad y en el ambiente”, expresó la FIFA en uno de sus comunicados más recientes. La Copa del Mundo de Alemania 2006 fue el primer torneo en el que fueron establecidos y supervisados objetivos medioambientales cuantificables, con el lanzamiento del programa Green Goal, iniciativa para favorecer la protección de la naturaleza.

Gracias a este proyecto se han constituido equipos de especialistas en construcciones bioclimáticas, ahorro y uso suficiente de agua y energía, además de expertos en movilidad sostenible que desde el 2007, cuando Brasil lanzó su candidatura como sede del evento, han venido articulando sus conocimientos para lograr el mundial más verde de la historia. “Queremos que la sostenibilidad sea el principio clave del certamen”, afirma Federico Addiechi, jefe de responsabilidad corporativa de la FIFA.

Sin embargo, en materia de transporte y manejo de residuos sólidos, el panorama es otro, ya que a pesar de que la Federación se hace responsable de una serie de emisiones de gases de efecto invernadero para compensarlo por medio de mecanismos como la plantación de árboles, no se hará cargo de las emisiones producidas en la construcción de los estadios, o de la infraestructura de transporte de remodelación y cimentación de los aeropuertos, pues no son una consecuencia directa del Mundial de Fútbol.

A continuación se presentan las variables más destacadas que desarrolla el Comité Organizador de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 para cumplir con las expectativas de la población en este magno evento.

El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDE) exigió buscar la certificación ambiental durante la construcción de los estadios para conceder una financiación de 400 millones de dólares por cada uno.

Manejo de residuos

La FIFA está invirtiendo 20 millones de dólares para la puesta en marcha de las políticas de desarrollo del Gobierno Federal Brasileño, con iniciativas como la reducción y compensación de emisiones de carbono, gestión de residuos, instalaciones ecológicas en los estadios y entrenamiento de voluntarios, sujetos a la norma ISO 20121, desarrollada por expertos de 30 países, que proporciona un lenguaje común para la sostenibilidad en la industria de eventos, como es el caso de la Copa del Mundo. Con esta normativa se pretende establecer un enfoque de gestión capaz de aportar mejoras sostenibles en áreas como el transporte, reutilización de residuos, alimentación, entre otros.

Bajo esta directriz, se espera consolidar una cadena de productos orgánicos, con el fin de reciclar el 75 por ciento de los residuos sólidos y líquidos previo y durante el evento.

Además, el programa medioambiental Football for the Planet pretende aminorar el impacto negativo de sus actividades en el entorno natural. Con ello se da continuidad a los programas ambientales desarrollados para los torneos de esta institución a partir de la Copa Mundo Alemania 2006.

De todas formas, aunque el objetivo principal del Comité Organizador Local (COL) del mundial es realizar un evento que genere un equilibrio entre los aspectos económico, desarrollo social y protección, las emisiones de dióxido de carbono serán elevadas y afectarán al medio ambiente irremediablemente.

Los esfuerzos de la FIFA y el COL no serán suficientes para evitar una abrupta contaminación del medio ambiente, pues según la consultora CO2zero, a pesar de todos los esfuerzos, las emisiones totales estimadas –teniendo en cuenta la construcción de los estadios y la infraestructura (transporte y aeropuertos, traslados internacionales)– suman 11.173.210 tCO2e (toneladas de dióxido de carbono equivalente).

Energía
El Maracaná aprovechará el brillo solar

Uno de los grandes retos para el buen desarrollo de la Copa del Mundo es promocionar la energía solar, a través de un consumo energético más responsable con el medio ambiente. El plan decenal 2010-2020 de Brasil estipula un fuerte incremento de participación de energía renovable cercana al 12 por ciento, de un total de 116 W.

El COL trabajó con Yingli Solar, Light ESCO, EDF Consultoría en Proyectos de Generación de Energía Eléctrica y el Estado de Río de Janeiro para la construcción de 1.500 paneles fotovoltaicos en el nuevo Maracaná, para producir electricidad de origen renovable, obtenida a partir de la radiación solar de un dispositivo llamado célula fotovoltaica.

Según Aneel, ente regulador de la electricidad brasileña, hasta abril de 2013 se habían recibido 12 solicitudes de nuevos proyectos de energía fotovoltaica que suman más de 300 MW (millón de vatios), las cuales cubrirán las necesidades energéticas de los estadios mundialistas.

Este sistema evitará la propagación de unas 2.500 toneladas de CO2 a la atmósfera, razón por la cual la sostenibilidad se convierte en un factor clave en la próxima Copa, al convertir proyectos como el del Maracaná en un ejemplo para la difusión de este tipo de energía.

Así mismo, las directivas del certamen buscan que los estadios cumplan con los criterios de sostenibilidad de la certificación Leadership in Energy and Environmental Design (LEED), para tener una buena calidad ambiental de estos escenarios basada en el desarrollo de energías alternativas y eficiencia tanto de consumo de agua como de energías.

Transporte

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos reveló que en el Mundial se producirán unas 2,98 millones de toneladas de bióxido de carbono, cifra que iguala la emisión que causan 560.000 carros en un año en Brasil. Para contrarrestar estos índices, la FIFA está financiando proyectos de reforestación en el marco de la política de carbono cero, a fin de compensar las emisiones de carbono generadas.

Embarq Brasil será la empresa encargada de planificar, coordinar y gestionar el transporte público de autobuses durante el Mundial, donde incluirá unos 120 km de corredores exclusivos del sistema BRT y 296 km en rutas de autobuses convencionales, para propinar una mejor señalización, carriles exclusivos, rutas más cómodas e información básica al usuario.

Según especialistas, el BRT permite un mejor servicio de transporte, pues cuenta con buses biarticulados capaces de soportar 15.000 pasajeros por hora en cada carril. Se espera que esta alternativa sirva para evitar colapsos en las autopistas y así generar una mayor movilidad en las ciudades sede.

Así mismo, el Gobierno brasileño invertirá 6,5 billones de dólares en transporte urbano —con el apoyo de inversionistas privados— para promover un programa de etanol, en el cual el combustible contiene un 25 por ciento de caña de azúcar y permite reducir su consumo, lo que evita una mayor contaminación.

En cuanto al transporte aéreo, aerolíneas como Gol y Azul están desarrollando pruebas con bioqueroseno (hecho a partir de aceites vegetales y caña de azúcar) para reducir el impacto ambiental que contraerán los más de 200 vuelos que se efectuarán durante este evento, pues estos viajes producirán el 60 por ciento de emisiones de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, durante el Mundial de Fútbol que se jugará del 12 de junio al 13 de julio de 2014 en Brasil, se movilizarán miles de personas desde diversos países, que llegarán por transporte aéreo internacional, lo que representa el 70 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). De ese porcentaje, el 18 por ciento se atribuye al traslado en ómnibus y automóviles de un lugar a otro, y el porcentual restante a la energía consumida en los lugares donde se albergan y alimentan las personas, sea en hoteles, casas, apartahoteles, restaurantes, entre otros.

En ese sentido, el transporte aéreo será el mayor agente emisor durante los juegos y será responsable por el 60 por ciento de las emisiones, debido a las dimensiones continentales del país y a la inexistencia de medios de transporte terrestre rápidos, que hacen que el transporte aéreo sea el principal medio de movilización.

Voluntariado

El evento contará con más de 15 mil voluntarios provenientes de países como Colombia, Perú, Bolivia y Argentina, que han sido capacitados durante el último año. Según Rodrigo Hermida, jefe del departamento de voluntarios del Comité Organizador Local, 43 por ciento de los voluntarios son mujeres, 256 han venido de otros países y Colombia está en primer lugar con 35 representantes.

Uno de los más experimentados voluntarios de la Copa FIFA Confederaciones Brasil 2014 es el empresario Omprakash Mundra, de 63 años, quien dejó su siderúrgica en la India y aportó económicamente con más de 4.000 dólares para comenzar a trabajar en el área de hospitalidad en Maracaná. No es la primera vez que él trabaja de voluntario; su trayectoria comenzó en 1982, en los Juegos Asiáticos, en incluye muchos más acontecimientos como los Juegos Olímpicos de 2004 en Grecia y la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.

Es, sin duda alguna, una experiencia única para todos. Tanto la FIFA como el COL organizaron módulos suplementarios de formación para el voluntariado y para mejorar sus oportunidades de inserción laboral en el futuro.

De esta manera y como lo afirma Addiechi, el objetivo final es presentar un evento que utilice los recursos de manera inteligente, lograr un balance entre los aspectos económico, de desarrollo social y de protección ambiental.

“El fútbol es quizá la mayor pasión brasileña, y el fútbol y la Copa del Mundo de la FIFA pueden, de hecho, ser unos poderosos catalizadores para cambiar las posturas a favor de una vida más sustentable y adaptar nuestras rutinas diarias”, dijo Bebeto, el exdelantero de la selección brasileña y miembro del Comité Organizador de la Copa del Mundo.
 

0
0
0
s2smodern

Editorial

Publirreportaje
Publirreportaje