Antonio José Correa Jiménez, presidente de la Comisión Séptima del Senado, presentó una ley para la prohibición absoluta del asbesto y lo secunda la ponente senadora del Partido Conservador, Nadia Blel Scaff, enfrentados a Alejandro Gaviria, ministro de Salud y Clara Lópéz, ministra de Trabajo, quienes se oponen al proyecto y proponen regular su uso.
Correa Jiménez invitó a organizaciones competentes como el Instituto Nacional de Cancerología y la ARL Positiva, los ministerios de Salud, Hacienda y Trabajo y demás senadores, para seguir discutiendo dicho proyecto. “Es necesario que cada uno de los ministerios e instituciones citadas, traigan a sus mejores técnicos en el tema para conocer el alcance nocivo del asbesto y decretar si hay que prohibirlo o regularlo”, enunció Jiménez.
Por su parte, el ministro Gaviria consideró que no todo riesgo puede ser prohibido, y puntualizó que “en este tema en específico hay que hacer una ponderación entre el riesgo real que tiene el asbesto en la salud y los efectos laborales y sociales que traería prohibir este mineral”.
Guillermo Cáez, abogado que lidera un grupo conformado por 25 víctimas de asbesto que buscan el reconocimiento de sus derechos, considera que el mineral debe ser prohibido y se debe ejercer más control en empresas del sector industrial.Por su parte, la ministra de Trabajo solicitó ser prudentes con el tema, detalló que algunos buscan su prohibición para sustituirlos por otros que también son catalogados como cancerígenos.
Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, (IARL), existen cuatro enfermedades directamente relacionadas con la inhalación de fibras de asbestos, incluido el crisótilo: mesothelioma, cáncer de pulmón, asbestosis y enfermedades plurales.
En Colombia, 320 personas mueren al año a causa de este mineral “está prohibido en más de 50 países del mundo”, puntualizó Scaff. El riesgo se presenta en las demoliciones y en la exposición del asbesto en edificaciones viejas con tejas deterioradas, que se descomponen con el tiempo y representan una amenaza para la salud. No existe riesgo si el mineral esta afianzado en productos terminados intactos, tales como paredes, losas y cubiertas, siempre y cuando el material no sea dañado, desbaratado, taladrado o remodelado.
El asbesto ha sido utilizado tradicionalmente en materiales de construcción, productos de fricción y materiales textiles termoresistentes, por sus propiedades, ya que no se evapora ni se disuelve en agua y resiste altas temperaturas. Se trata de algo molesto, pues casi siempre las demoliciones en el país, generan quejas por parte de los vecinos, quienes expresan molestias por el excesivo polvo y ruido.
Los trabajadores de mantenimiento y demoliciones están expuestos a niveles más altos que las demás personas.
Los procesos de eliminación del asbesto de las casas y otros edificios pueden ocasionar exposición, aunque existen parámetros internacionales para la eliminación segura de este, que incluye entrenamiento a los trabajadores y uso de equipos protectores adecuados para minimizar la exposición, proceso que no está reglamentado en Colombia.
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