Este animal se encuentra en peligro de extinción por la transformación de su hábitat, la última vez que hubo rastros de su existencia fue en 1986 en la cordillera occidental.
Foto: Juan Manuel de Roux/Colombia.inaturalist.org
Hasta hace poco los científicos del país carecían de fotografías que probaran la existencia de la comadreja colombiana en hábitat natural o cautiverio; incluso, la información más actualizada provenía de ejemplares disecados en museos y databa del año 86.
Tras poco más de medio siglo, expertos de las universidades Javeriana de Cali y la de Caldas y el Instituto Humboldt confirmaron su presencia gracias a imágenes del mamífero atrapado, por accidente, en la habitación de una finca del corregimiento El Carmen, municipio de Dagua (Valle del Cauca).
La foto aficionada publicada en la plataforma de ciencia ciudadana Naturalista confirmó de esta manera la existencia de un especímen y se convierte en la única evidencia disponible en este siglo, arrojando además luces sobre una probable distribución de la comadreja en la cordillera occidental.
La identificación de la especie se hizo a partir de su pequeño y característico tamaño, cola corta carente de punta negra y una tonalidad más oscura, además de una mancha en el pecho o cuello del mismo color del dorso, distintivos que hacen suponer a la ciencia que la comadreja colombiana se apartó de sus congéneres sudamericanos.
Además, la presencia de la mancha ventral en su pecho confirma que este es el segundo registro validado de la especie para la Cordillera Occidental y el segundo, también, cerca de áreas protegidas como los parques Cueva de los Guácharos (Huila y Caquetá) y Los Farallones, con posibilidades de presencia en un par más, Munchique y Puracé (Cauca).
Según indican desde el Instituto Humboldt por su baja densidad poblacional (solo seis especímenes) y distribución restringida a cuatro localidades colombianas y una ecuatoriana, Mustela felipei es considerado el carnívoro neotropical “más raro” del sur continental.
Por otro lado, y a través de un modelo matemático realizado a través de la iniciativa BioModelos –el cual fue aplicado para grandes dimensiones–, los expertos suponen una alta probabilidad de ocurrencia de esta comadreja en los departamentos de Caquetá, Cauca, Huila, Nariño, Risaralda y Valle del Cauca, así como en las provincias ecuatorianas Carchi, Imbabura, Pichincha y Napo. En cuanto a una distribución potencial en Colombia, los resultados indican que la especie tendría presencia desde el departamento de Antioquia hasta Nariño.
La comadreja fue liberada para internarse en los relictos de un bosque nuboso que se extiende hacia el Parque Nacional Natural Los Farallones (Cali), entre los 1750 y los 1800 m s. n. m., donde el clima es húmedo y la temperatura varía desde los 10 a los 25 grados centígrados.