Viernes, 25 Abril 2025

Para la Corte Constitucional ese instrumento, que constituye garantía fundamental de la libertad de las personas, no es aplicable para dirimir la situación con el animal.

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Foto: Zoológico de Barranquilla


En las últimas horas concluyó la historia y debate suscitado por la libertad del oso Chucho.

Con una votación de siete contra dos, la Corte Constitucional decidió que el oso de anteojos no tiene derecho a la libertad a través de un habeas corpus y deberá permanecer en el Zoológico de Barranquilla.

La presidenta de la Corte, Gloria Stella Ortiz, señaló que, si bien la ponencia de la magistrada Diana Fajardo estaba bien sustentada, la condición de ser sintiente del oso Chucho no lo hace sujeto de este derecho, pues como animal no tiene la capacidad de decir en qué lugar es mejor para él estar.

“Este oso había nacido en cautiverio, tiene una avanzada edad, no tiene la capacidad conseguir su propio alimento, no tiene la posibilidad de defenderse frente a otras especies que en libertad pudiesen atacarlo. Él siempre ha estado protegido por humanos que le han evitado los conflictos con otros animales”, añadió la presidenta.

En la audiencia pública que convocó la Corte para escuchar los argumentos de expertos en este tema, la sala recogió la tesis de que, dado que Chucho había vivido toda su vida en cautiverio, devolverlo libremente a una reserva natural lo podría poner en peligro, pues no había desarrollado mecanismos de defensa para sobrevivir en las inhóspitas cordilleras colombianas.

Sin embargo, aunque el alto tribunal señaló que los animales no son sujetos de derechos sí son seres sintientes y sujetos de protección.

El caso de Chucho comenzó cuando la Corte le concedió al animal un habeas corpus, una acción judicial que se creó para ordenar la libertad de los seres humanos, pero que terminó protegiendo los derechos del oso. Sin embargo, el zoológico de Barranquilla, a donde llegó el animal hace unos años, interpuso una tutela (recurso de amparo) alegando que se violó el debido proceso.

Inicialmente Chucho estaba en una reserva del centro del país en desarrollo de un plan para repoblar esa zona de Colombia con osos de anteojos, pero su compañera murió y de allí fue enviado a Barranquilla en donde vive en cautiverio, como los otros animales.

Al respecto de la decisión judicial, la directora ejecutiva de la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla, Farah Ajami, le dijo a Catorce 6 que "Respaldamos este fallo. Estamos contentos y tranquilos de que la Corte haya decidido a favor del bienestar de este ejemplar. Estábamos preocupados por su futuro porque sabemos que un animal acostumbrado a cuidados humanos no podía ser liberado",

El zoológico afirmó que al oso Chucho se le están brindando todas las condiciones para garantizar su bienestar. Adicionalmente, se dio a conocer que se encuentra estable afectivamente, pues convive con una hembra de su misma especie en este lugar.

Polémica por fallo que obliga al retorno de ‘Chucho’, el oso de anteojos, a reserva en Caldas

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