Los alarmantes niveles de concentración del tóxico contaminante que fueron encontrados en el cadaver de una orca hallada muerta en las costas de Escocia, han generado preocupacion en la comunidad cientifica.
Frente a las costas occidentales de Escocia, se ha vuelto famosa una gran familia de ballenas orca que a lo largo de los años recientes se había asentado en esta lejana región. A principios del año pasado una triste noticia se viralizó en los medios europeos; Lulu una orca hembra de aproximadamente 6.2 metros de largo, fue hallada muerta en las rocosas playas de este país. Las versiones iniciales apuntaban a un ahogamiento del cetáceo tras quedar atrapada en unas redes usadas para cazar langostas y otros crustaceos, ya que heridas en su cuerpo reflejaron la lucha de Lulu por tratar de desprenderse de estas trampas mortales.
Foto tomada de www.earthtouchnews.com
Sin embargo, más de un año despues de su deceso, los científicos escoseses hicieron un hallazgo alarmante en el cadaver de Lulu. Tras realizar la repectiva autopsia, se reveló que los niveles de PCB en el organismo de la orca eran de 950 mg/Kg cuando la norma establece un límite máximo de 9 mg/Kg para evitar daños importantes a la fauna marina. Los PCB son compuestos organoclorados que se encontraban presentes en transformadores eléctricos ya que servían como intercambiadores de calor, pero su uso se fue exendiendo a otros campos gracias a propiedades como la estabilidad térmica que poseen y su no inflamabilidad.
Tras varios años de investigación, se concluyó que los PCB son tóxicos para el medio ambiente pues se bioacumulan en la grasa animal, ocasionando problemas como cáncer y supresión del sistema inmunológico. Dado lo anterior, en 1980 muchísimos países prohibieron el uso de este compuesto y hasta se creó un programa en las Naciones Unidas para luchar contra los efectos tóxicos producidos por los PCB sobre el medio ambiente.
Foto tomada de www.earthtouchnews.com
Al confirmar la bioacumulación de este contaminante en el organismo de Lulu, los científicos encontraron una relación entre esta intoxicación con el hecho de que la orca durante sus 20 años de vida nunca concibió ni una sola cría, posiblemente por problemas de infertilidad derivados de los PCB en su sistema. Lo anterior es respaldado por una investigación llevada a cabo el año pasado, la cual indicó que el nivel promedio de PBC en el ambiente marino de Escocia era de 150 mg/Kg. Los expertos señalan que a pesar de haberse descontinuado el uso de este tóxico en la industria, a lo largo de los años muchos residuos fueron dispuestos incorrectamente y terminaron contaminando el ambiente marino de esta zona de Europa. Por ahora el pronóstico para esta familia de orcas no se ve nada alentador, pues reconocidos biólogos han afirmado que están condenadas a la extinción al no poder reproducirse.
Fuentes: The Guardian, EarthTouch News.