El presidente electo Donald Trump ha nominado a Rex Tillerson, actual director de la empresa petrolera pública más poderosa del mundo, Exxon Mobil, como Secretario de Estado.
Tillerson, de 64 años, no tiene ninguna experiencia formal de política exterior, es un hombre de negocios que ha construido relaciones con muchos líderes mundiales mediante el cierre de ofertas masivas, también tiene estrechos vínculos con Rusia y el presidente Vladimir Putin, quien incluso le otorgó una medalla, la Orden de la Amistad, en 2013.
Durante su gestión en Exxon, Tillerson forjó acuerdos multimillonarios con la empresa petrolera estatal de Rusia, Rosneft, quien en 2011 le otorgó a Exxon Mobil el acceso a los enormes yacimientos de petróleo bajo el Ártico ruso a cambio de permitir la oportunidad a Rosneft de invertir en la operaciones extranjeras de Exxon.
"La carrera de Rex Tillerson es la encarnación del sueño americano. Su tenacidad, su amplia experiencia y su profundo conocimiento de la geopolítica hacen de él una excelente opción para el cargo de secretario de Estado". Son las afirmaciones de Trump quien esta seguro de que Tillerson es el hombre indicado para manejar las relaciones con los lideres de todo el mundo.
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Toda la carrera profesional de 40 años de Rex Tillerson ha sido con Exxon. Recién graduado de la Universidad de Texas, en Austin, se incorporó a la compañía como un ingeniero de producción y ascendió hasta el principal puesto en 2006. El ejecutivo de petróleo superó a varios candidatos de alto perfil para el puesto, incluyendo al ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani y al ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, quien ha sido un crítico de la campaña de Trump.
La noticia ha tenido algunas objeciones por parte de los legisladores de ambos partidos, que expresaron preocupación por sus dos décadas de relaciones con Putin en un momento en que la posible interferencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos está bajo escrutinio. Eso sugiere que el ejecutivo de Exxon podría enfrentarse a una lucha por afirmar su nominación, la cualo podría ser llevado a la sala del Senado a pesar del rechazo en el comité, pero sería una medida sin precedentes para un puesto en el gabinete.
El emporesario está comprometido con continuar usando combustibles fósiles pero está abierto a la idea de un impuesto de carbono. "El mundo va a tener que continuar usando combustibles fósiles, así le guste o no" fue una de sus declaraciones en mayo de este año.