El Instituto de Medio Ambiente de Brasil lo castigó con casi 5 millones de dólares por presentar resultados mentirosos de polución en una de sus plataformas.
La petrolera estatal deberá pagar más de 14 millones de reales (unos 4,6 millones de dólares al cambio actual) por informar de una concentración de sustancias contaminantes inferior a la real, en aguas tratadas y devueltas al mar en una plataforma de extracción de petróleo frente a la costa de Rio de Janeiro. Así lo informó el Instituto de Medio Ambiente de Brasil (Ibama).

El resultado se dio en medio de la investigación que inició en el primer semestre de 2017, cuando las autoridades encontraron "manchas de aceite en el mar". En ese momento iniciaron las pesquisas del Ibama y la Policía Federal de ese país.
Después de las sanciones impuestas por al menos 5 infracciones ambientales, ahora la petrolera estatal es acusada de utilizar un método para medir el vertido de aceite omitiendo parte del llamado “aceite de producción” en el océano. En pocas palabras, la empresa estatal alteraba los informes sobre la contaminación que producía en su plataforma marina P-51.
El vertimiento de aceite, según informó O Globo, estaría superando hasta en 67 veces los niveles permitidos por el organismo ambiental y el nivel de grasas en el océano sería hasta de 2.000% superior al informado.
La empresa ya reaccionó al informe y su presidente, Pedro Parente, se mostró en contra de la multa advirtiendo que “existen dos metodologías reguladas por el Ibama. En determinado momento ellos entendieron que debía dejar de ser por una metodología y debería ser hecha por otra metodología. Las dos reguladas por el propio Ibama. Eso es lo que estamos discutiendo. Hemos encontrado equivocados los términos del informe, pero el fiscal tiene autonomía para escribir lo que quiera, aunque tengamos también el derecho de discrepar”.