Miércoles, 23 Abril 2025

Ardillas de cola roja, tortugas charapa, loros, iguanas y tucanes resultan ser los más consumidos debido a la falta de acceso a carne autorizada en las poblaciones de campesinos, indígenas y afrocolombianos de al menos cuatro regiones del país.

Un estudio de la bióloga Nancy Vargas Tovar publicado por el Instituto Humboldt reveló que 140 especies de vertebrados silvestres son usados como alimento diario por comunidades rurales que deben suplir el requerimiento normal de proteína.

En primer lugar está la carne de la ardilla de cola roja, especie diurna que se alimenta de frutos y que habita principalmente en el Pacífico colombiano, y le siguen unas ocho especies más, entre ellas los armadillos, las pacas y los cerdos comunes.

Aunque es una dinámica con poca documentación en el país, de acuerdo con el informe de la investigadora, más allá de un asunto cultural, el consumo de carne de monte se ha convertido en un soporte para la seguridad alimentaria de poblaciones que de otra manera no tendrían disponibilidad de sustento. El estudio indica que en el Amazonas se consume más del doble de kilocalorías diarias en proteína animal procedente de carne silvestre que en las zonas urbanas, a través del consumo de carne de res, pollo o cerdo.

Según la Secretaría del Convenio de Diversidad Biológica, firmado por Colombia en 2007 para proteger las especies silvestres, el 70 por ciento de la población pobre del mundo vive en zonas rurales y depende directamente de la biodiversidad para su bienestar y supervivencia.

El país se enfrenta a una doble problemática, es “fundamental avanzar en la comprensión de la contribución de la carne de monte al bienestar de las poblaciones rurales colombianas y de cómo la pérdida de hábitats naturales afecta la seguridad alimentaria”, dice el informe de Biodiversidad 2014 del Instituto Humboldt.

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