La Universidad de Cartagena lideró estudio sobre impactos ambientales de las aguas residuales expulsadas por el emisario submarino en la ciudad.

El novedoso estudio ambiental fue liderado por la Universidad de Cartagena en conjunto con Aguas de Cartagena, Gobernación de Bolívar, Colciencias y el Departamento Nacional de Planeación permitió descubrir resultados positivos y un impacto mínimo en el ecosistema de la zona.
La prueba que midió principalmente la capacidad de disolución de las aguas negras una vez llegan al mar fue realizada fluorescencia sódica, sustancia que cambia el color del agua de acuerdo a su nivel de contaminación.
La intención era evaluar la capacidad de disolución y el nivel de concentración en las aguas expulsadas por el emisario, el cual arrojó que estás desaparecen muy poco tiempo después de ser arrojadas, por lo que no se acumulan ni afectan de forma considerable el agua ni las especies que viven en el área.
Foto: Universidad de Cartagena

En el mismo estudio se analizó la distancia que alcanzan dichas aguas antes de desaparecer y la profundidad promedio a la que permanecen.
“Vamos a ratificar cuál es la dispersión del agua residual en el mar, queremos saber hasta dónde llega, cuál es el límite. Se supone que debe tener una gran dilución, queremos saber hasta dónde llega la posible mancha que pueda generar. En esta oportunidad se construyó una gran alianza para saber cuál es la efectividad del sistema submarino”, explicó, Édgar Quiñones, uno de los encargados de la investigación.
Aunque es una técnica común para medir concentraciones en cuerpos de agua, es la primera vez que la prueba de trazadores se realiza en el litoral marino colombiano.