Miércoles, 23 Abril 2025

Incilius periglenes o sapo dorado de Monteverde, era un anfibio anuro de color naranja fluorescente, piel brillante y cinco centímetros de largo, que habitaba en algunas zonas húmedas de Costa Rica.

Esta espectacular especie fue declarada extinta en 2004, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que desde 1989 no se había visto ejemplar. Estudios atribuyen el hecho a alteraciones de su hábitat por cambios bruscos de temperatura, debido al calentamiento global y fenómeno del niño.

Se pensaba que vivían bajo tierra, ya que era difícil observarlos durante varios meses del año. Se apareaban durante una semana, reunidos en grandes cantidades alrededor de charcos, luchando por conquistar a las hembras. Aunque ellas depositaban grandes cantidades de huevos, la mayoría nunca llegaron a eclosionar debido al abandono por sequía.

Relatos de científicos que pudieron avistarlos señalan que su color era tan deslumbrante, que parecía haberse sumergido en pintura, pero que los tonos eran solamente característicos de los machos, las hembras eran de mayor tamaño, con un color más opaco y texturas menos llamativas.

El sapo dorado es otro maravilloso individuo víctima de las consecuencias del cambio climático que azota los ecosistemas del planeta por estos días. ¿Crees poder hacer algo para evitar la desaparición de otras espectaculares especies?

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