El pez asiático basa pone en alerta a la comunidad de pescadores del río Magdalena, ya que este se convierte en amenaza para la biodiversidad del raudal y puede acabar con algunas de las especies que lo habitan.
Con 1,33 metros, puede pasar desapercibido, pues se camufla como un bagre más. Sin embargo, es altamente peligroso porque consume todo tipo de alimentos y devora otras especies de peces.
Aunque aún no se conoce cómo llegó el basa a las aguas del Magdalena, se cree que escapó de un criadero ilegal y llegó a través de los hilos de agua hasta el río Carare, que hace parte de esta cuenca.
Algunos científicos alertan que este pez está poniendo en peligro a más de 200 especies que contiene el río, de las cuales 35 ya han sido catalogadas en peligro de extinción.
Según el Catálogo de la Biodiversidad Acuática Exótica y Trasplantada en Colombia elaborado por el Humboldt en 2012, este pez originario del del río Mekong en Vietnam ingresó ilegalmente al país desde hace varios años a granjas piscícolas en Valle del Cauca, Meta, Santander y Huila.
