Sábado, 15 Marzo 2025
Además de acabar la vegetación y contaminar dos nacimientos de agua, la mina puede terminar en una catástrofe. Fiscalía ya fue advertida.
 Como si no fueran frecuentes las noticias de tragedias en minas ilegales, en la localidad de Usme, al sur de Bogotá, hay una cantera que además de estar provocando daños ambientales irreparables, podría terminar en una tragedia con varias vidas de por medio.Como si no fueran frecuentes las noticias de tragedias en minas ilegales, en la localidad de Usme, al sur de Bogotá, hay una cantera que además de estar provocando daños ambientales irreparables, podría terminar en una tragedia con varias vidas de por medio.

Así lo informó en las últimas horas la CAR Cundinamarca que realizó una visita técnica en compañía de funcionarios del IDIGER y la Alcaldía Local, donde encontraron minería ilegal a cielo abierto en una cantera llamada El Bosque, ubicada en la vereda Los Soches. La visita se realizó precisamente después de confirmarse que la cantera podría generar deslizamientos.

Como si fuera poco, dicha actividad se realiza en zona de reserva forestal de los Cerros Orientales, que a su vez hace parte de zona de páramo donde existen dos nacimientos de agua que sirven como suministro para el barrio El Bosque.

La CAR tuvo que llevar el proceso a lo penal, a la Fiscalía General, dado que este caso ya tiene dos procesos sancionatorios en trámite y en varias ocasiones las autoridades han ordenado tanto el cierre de la mina y el cese de actividades, pero los dueños del predio y los trabajadores no han atendido.
cantera                                                                                    Créditos imagen: CAR

La mina tiene aproximadamente 1.5 hectáreas y en ella se observa la caída de rocas de al menos 4 toneladas de peso. En caso de presentarse un incidente, “podría poner en riesgo la integridad de las personas y la infraestructura existente”, advirtió Pedro Guzmán, profesional de riesgos de la CAR.

La caída de estas enormes rocas puede generar “catástrofes sobre los mineros que trabajan en el patio”.

Entre las graves afectaciones ecológicas que ha generado el delito, está la eliminación total de la vegetación nativa del sector, la alteración del paisaje y el daño de toda la capa de suelo orgánico que se estimó en un rango de 20 a 30 centímetros de espesor. Es decir, se perdieron alrededor de 9.000 metros cúbicos de suelo agrológicamente aceptable, con “gran contenido de nutrientes imposibles de recuperar”.
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