El Invima confirmó la clausura de estos centros de sacrificio de animales porque se encuentran en malas condiciones.

Por no cumplir la reglamentación estipulada en el decreto 1500 de 2007, el decreto 2270 de 2012 y el decreto 1282 de 2016, que busca reducir las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA), al menos 208 centros de sacrificio de animales de carne de res, de cerdo y de aves, fueron cerrados por parte del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA).
Algunos de los requisitos que no cumplen estas plantas son:
• La modernización del sector cárnico del país y la mejora de los estándares sanitarios para la producción de carne. Esto incluye el éxito de la racionalización, una responsabilidad de las autoridades departamentales, en busca de mataderos sostenibles sanitaria, económica y ambientalmente.
• El enfriamiento de la carne lo más pronto posible después del sacrificio y el mantenimiento ininterrumpido de la cadena de frío hasta el consumidor reduciendo la presencia de patógenos y contaminantes y mejorando la suavidad y textura del producto.
• La presencia de inspectores permanentes del Invima en todos los mataderos de Colombia.
• La implementación de programas de control y mitigación de bacterias patógenas en la carne.
• La medición y reducción de los residuos de medicamentos veterinarios y contaminantes químicos en la carne.
• La competitividad del sector cárnico colombiano en mercados internacionales.
Julio Cesar Aldana, director del Invima, dijo: “Nosotros tenemos que ver rápidamente en este mes qué vamos a hacer con esas plantas. Yo creo que la solución a eso es que todos estén reglamentados para que no se afecte el estatus sanitario de Colombia y de esta forma pueda ingresar a los mercados que por tanto tiempo han luchado. El cumplimiento de los requisitos sanitarios les permitirá a más empresarios colombianos llegar a los mercados internacionales más exigente”.
La entidad entrego la cifra desglosada de los centros que fueron cerrados: 146 corresponden a sacrificaderos bovinos, 40 porcinos, y el restante a plantas para el sacrificio de aves.
Según las autoridades, en el proceso de vigilancia y control, se lograron decomisar más de 40 toneladas de carne que se encontraban en mal estado y ponían en riesgo la salud de los consumidores; cabe resaltar que el Invima ha aumentado en un 86% médicos veterinarios y auxiliares en las plantas de sacrificio de animales con el fin de garantizar la calidad de la carne para el consumo humano.