Sustancias químicas que no fueron consideradas en el Protocolo de Montreal están atrasando la recuperación de la capa de ozono, así lo afirma un estudio de la Universidad de East Anglia.
La implementación del Protocolo de Montreal a fines de los años 80, acordó eliminar los productos químicos que destruyen la capa de ozono, lo que ha ayudado a su recuperación. Distintos países fueron dejando de usar los clorofluorocarbonos y los hidroclorofluorocarbonos que causaban el problema.
Sin embargo, este proceso podría verse retrasado hasta en 30 años por el aumento de las emisiones de otras sustancias químicas que no fueron incluidas en dicho tratado. Así lo afirma un estudio realizado por investigadores de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido, donde se dio a conocer un marcado aumento en el uso de sustancias químicas que contienen cloro.
Estos compuestos son producidos, en su mayoría, en China, hacen parte de un grupo de sustancias químicas que tienen un "período de vida corto". El diclorometano es una de ellas. Se usa como solvente industrial y para remover pinturas. En la última década, los niveles de esta sustancia en la atmósfera aumentaron en un 60%. Otro compuesto mencionado en el estudio es el 1,2-dicloroetano, el cual se emplea para fabricar PVC.
Imagen de www.ecoembes.com
Por mucho tiempo, científicos creían que ambos compuestos se descomponían antes de llegar hasta la capa de ozono (a unos 15 Km de la Tierra). Pero las muestras de aire analizadas por este nuevo estudio indican que esta visión puede estar errada y que estos elementos destructivos están llegando hasta allí más rápido y haciendo más daño de lo que se pensaba.
Los autores de la investigación descubrieron que los vientos fríos empujan a estas sustancias desde las fábricas en China hasta el Pacífico Oriental. Este es uno de los principales sitios desde donde el aire se eleva hasta la estratósfera.
"Nuestras muestras registran el camino de las emisiones desde China, pasando por los trópicos en Malasia y hacia arriba, a unos 12 km dentro de la atmósfera. Esto implica que hay una ruta por la que estos compuestos de corta vida pueden entrar a la atmósfera mucho más rápido que si hubiesen sido liberadas en América del Norte o en Manchester". Explicó David Oram, autor principal de la investigación.
Lo que sorprendió a los investigadores es que ambos compuestos son valiosos y también tóxicos para los trabajadores, con lo cual hay un gran incentivo para que los productores eviten su uso. "Creemos que si continúan estas emisiones, se demorará la recuperación de la capa", aseguró Oram.
Sin embargo, este proceso podría verse retrasado hasta en 30 años por el aumento de las emisiones de otras sustancias químicas que no fueron incluidas en dicho tratado. Así lo afirma un estudio realizado por investigadores de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido, donde se dio a conocer un marcado aumento en el uso de sustancias químicas que contienen cloro.
Estos compuestos son producidos, en su mayoría, en China, hacen parte de un grupo de sustancias químicas que tienen un "período de vida corto". El diclorometano es una de ellas. Se usa como solvente industrial y para remover pinturas. En la última década, los niveles de esta sustancia en la atmósfera aumentaron en un 60%. Otro compuesto mencionado en el estudio es el 1,2-dicloroetano, el cual se emplea para fabricar PVC.

Por mucho tiempo, científicos creían que ambos compuestos se descomponían antes de llegar hasta la capa de ozono (a unos 15 Km de la Tierra). Pero las muestras de aire analizadas por este nuevo estudio indican que esta visión puede estar errada y que estos elementos destructivos están llegando hasta allí más rápido y haciendo más daño de lo que se pensaba.
Los autores de la investigación descubrieron que los vientos fríos empujan a estas sustancias desde las fábricas en China hasta el Pacífico Oriental. Este es uno de los principales sitios desde donde el aire se eleva hasta la estratósfera.
"Nuestras muestras registran el camino de las emisiones desde China, pasando por los trópicos en Malasia y hacia arriba, a unos 12 km dentro de la atmósfera. Esto implica que hay una ruta por la que estos compuestos de corta vida pueden entrar a la atmósfera mucho más rápido que si hubiesen sido liberadas en América del Norte o en Manchester". Explicó David Oram, autor principal de la investigación.
Lo que sorprendió a los investigadores es que ambos compuestos son valiosos y también tóxicos para los trabajadores, con lo cual hay un gran incentivo para que los productores eviten su uso. "Creemos que si continúan estas emisiones, se demorará la recuperación de la capa", aseguró Oram.
Según David Rowley, reconocido científico del University College de Londres. "los clorocarburos han sido generalmente pasados por alto en términos de la pérdida de ozono en los últimos años. Esto está mal, porque estos afectan el ozono de la atmósfera baja, pero también porque pueden ser transportados hacia la estratósfera por causa de eventos convectivos profundos, donde pueden destruir el ozono".
Los autores del estudio consideran que es necesario extender los alcances del Protocolo de Montreal para que incluya a estas sustancias de vida corta.