Misión FIREX-AQ reúne a más de 400 científicos para investigar la composición química de la quema de biomasa. Scientific American explica en qué consiste.
Foto: NOAA
Un ambicioso proyecto de tres años liderado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y la NASA, que nació en el Laboratorio de incendios de Montana, está intentando detectar la composición química precisa del humo emitido por las quemaduras de biomasa y determinar, entre otras cosas, cuándo y por qué es más peligroso para la salud humana.
La NOAA y la NASA están estudiando la química y la composición del humo de los incendios forestales y la quema agrícola para mejorar el clima, la calidad del aire y los pronósticos climáticos y para proporcionar mejor información a los socorristas, la salud pública y los funcionarios de gestión de tierras.
“El fuego es un evento natural importante en muchos ecosistemas, pero también presenta riesgos costosos para la salud y la propiedad humana. Estos riesgos han aumentado en las últimas décadas debido en parte a los cambios en la salud de los ecosistemas forestales debido al cambio climático y las prácticas de gestión forestal”, señalaron desde la NOAA.
Estos cambios se han producido durante una era de crecimiento generalizado de la población en la interfaz urbano-forestal, con el consiguiente aumento de la exposición de las poblaciones a los impactos directos e indirectos del fuego, y el aumento de la frecuencia de las inflamaciones causadas por el hombre.
En los últimos años, América del Norte ha experimentado una serie de temporadas extremas de incendios forestales y extraordinarios eventos de incendios forestales. El área total quemada por incendios forestales en los Estados Unidos en un solo año ha excedido los 8 millones de acres solo ocho veces desde 1960, todo ha ocurrido desde 2004.
Según cuenta la revista especializada Scientific American, durante seis semanas el verano pasado, el DC-8 y un par de Nutrias Gemelas de forma similar con instrumentos de muestreo atmosférico volaron a través de más de 100 columnas diferentes.
Varían desde una burbuja de humo que se elevaba de una pequeña quemadura agrícola en Kansas hasta una nube de hongo que se disparó a 31,000 pies del incendio Williams Flats en el estado de Washington, una quemadura que un científico comparó con una erupción volcánica.
Nunca antes se ha estudiado el humo de biomasa con tanto detalle y alcance.
Foto: Scientific American
“Sabemos que la exposición crónica a partículas finas, que se encuentra en todo el humo, puede provocar enfermedades cardíacas y pulmonares, latidos cardíacos irregulares y asma agravada, entre otros problemas”, señalaron los científicos.
Se estimó que causó 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo en 2016.
Del mismo modo, la exposición a largo plazo al ozono, un gas que puede formarse a través de reacciones químicas cuando el humo ingresa a la atmósfera, se atribuye al menos a un millón de muertes prematuras al año.
“Lo que nos falta es una comprensión fundamental de cómo y cuándo estos componentes tóxicos y otros se forman en diferentes tipos de humo de biomasa”, agregaron.
Actualmente, los reguladores de la calidad del aire tratan las emisiones de todas las quemaduras de biomasa de la misma manera, aunque ese no sea el caso.
Al conocer estos procesos, el equipo de FIREX-AQ espera mejorar la precisión de los pronósticos de emisiones de incendios forestales, para que los entrenadores sepan mejor cuándo cancelar la práctica de fútbol, los hospitales pueden anticipar una afluencia de personas inmunocomprometidas y los reguladores pueden proteger a los trabajadores al aire libre de la exposición peligrosa.
Sus datos también podrían ayudar a los administradores de la tierra a controlar las quemaduras controladas, lo que mitiga la gravedad y los impactos en la salud de los futuros incendios forestales.
En resumen, la ciencia del humo está emergiendo como una disciplina importante dentro del campo de la investigación atmosférica, particularmente para comprender el impacto de los incendios en la calidad del aire y el cambio climático. FIREX-AQ está diseñado para avanzar en la comprensión científica de elementos clave dentro de este campo para proporcionar información más útil y más precisa para los tomadores de decisiones.