Miércoles, 16 Abril 2025

Por. Cecilia Rodríguez González-Rubio

La reglamentación actual del Ministerio de Ambiente sobre materiales y residuos peligrosos y no-peligrosos debe ser clarificada para aprovechar todo el potencial de cada material y residuo, y así avanzar hacia una economía baja en carbono que optimiza sus recursos y minimiza riesgos.

Hoy, la reglamentación no comprende todo lo que debería, y en casos significativos es limitante. El principio general para los materiales que reúnen las características de peligrosidad deben ser establecidos y aplicados los criterios para su manejo seguro. Esto permite proteger la vida humana y los recursos naturales y darles seguridad jurídica a las empresas.

En el caso de residuos, el principio general debe ser estimular el aprovechamiento y la recuperación, para lo cual es esencial distinguir claramente entre peligrosos y no-peligrosos de manera que todo el potencial de cada uno se pueda maximizar. Hoy están llegando a rellenos sanitarios de residuos domiciliarios muchos que se pueden recuperar para otros procesos, y así el país está aumentando un pasivo ambiental y pudiendo disminuirlo; de otra parte, se le están aplicando procesos de eliminación o disposición final a residuos peligrosos que podrían estar recuperándose. Por ejemplo, hay muchos que sirven de combustibles y que contribuirían con la reducción de emisiones frente a combustibles fósiles. Es el caso del coprocesamiento de residuos en hornos cementeros que según la reglamentación del Ministerio está clasificado como un método de disposición final en lugar de recuperación y aprovechamiento.

La necesidad de esta clarificación por parte del Ministerio también se expresa en el manejo de algunos residuos peligrosos, que de manera cotidiana no se tienen las precauciones debidas. Es el caso de las demoliciones de edificaciones que tienen productos añejos fabricados con asbesto y con procesos productivos de otras épocas; hoy producto del deterioro, están expuestos. Así mismo, cuando para su demolición se destruyen edificaciones con cubiertas o tanques con este material, se volatilizan las fibras, lo que significa un riesgo alto para quienes participan de esta actividad. Estos materiales llegan a escombreras sin las debidas precauciones. Los materiales peligrosos son necesarios y de frecuente uso en múltiples actividades cotidianas, pero también es necesario su manejo seguro.

El Ministerio debe clarificar lo antes posible su reglamentación al respecto de materiales y residuos peligrosos y no-peligrosos de manera que se puedan incorporar todas las posibilidades de aprovechamiento y recuperación en busca de desatar ciclos económicos que contribuyan con una economía segura y baja en carbono.

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