Miércoles, 23 Abril 2025

A pesar de las campañas y esfuerzos de las autoridades ambientales y policivas, la cantidad de animales silvestres que llegan a la capital del país ha ido en aumento en los últimos años. Según cifras de la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) entre 2008 y 2011 ingresaron al Centro de Fauna de la entidad 13.437 individuos, de los cuales 2011 fue el que más punteó, con 3.937 animales de varias zonas del país.

A diario, las terminales de transporte terrestres y aéreas de Bogotá no sólo reciben la visita de viajeros y turistas. También tortugas, loras, guacamayas, micos y demás animales silvestres camuflados cuidadosamente en cajas y equipajes ingresan a estos sitios, con el fin de ser comercializados ilegalmente en el mercado negro o adoptados como mascotas domésticas en alguna vivienda.

Por esta razón, las autoridades ambientales y policivas realizan tanto operativos de control en estos lugares, como campañas de sensibilización sobre el daño que les causan a los animales al cambiarles sus cálidos hogares en selvas y bosques por la fría nevera bogotana. Sin embargo pareciera que los colombianos se hacen los de la vista gorda, y siguen atentando contra la biodiversidad colombiana.

Así lo demuestran las cifras de incautaciones y decomisos de la SDA en los últimos años, que revelan que entre 2008 y 2011 han ingresado al Centro de Recepción de Fauna Silvestre 13.437 animales silvestres, en su mayoría aves y reptiles.

Pero lo que más preocupa a las autoridades es el incremento de animales silvestres que cada año se presenta en Bogotá. El informe indica que en 2008 fueron recuperados 2.963, 3.195 en 2009, 3.342en 2010 y 3.937 en 2011.

Algunos de estos animales cuentan con la suerte de recuperarse y volver a su hogar nativo. Otros, debido a los traumas y heridas terminan en algún zoológico, y los menos afortunados mueren en el intento por curarse.

De los 3.937 recuperados en 2011, la SDA logró poner en libertad a 1.083 (el 27 por ciento), mientras que 863 fueron reubicados en zoológicos (21 por ciento).

A pesar de los esfuerzos y los constantes operativos para controlar este tráfico en sitios como plazas de mercado, los traficantes se las han ingeniado para “burlar” los anillos de seguridad y continuar con su negocio, catalogado como el tercero más rentable después del de drogas y armas. En Cúcuta, en Semana Santa el personal del Grupo de Protección ambiental y ecológica de la policía, incautó un búho, un pichón de loro, una serpiente boa constrictora y dos iguanas.

En Montería las autoridades incautaron de 3 mil 200 icoteas en una operación que se realizó en la vía que de Montería conduce al municipio de Planeta Rica.

Mientras que en Antioquia de acuerdo con cifras del Grupo de Protección Ambiental de la Policía Antioquia, en lo que va corrido del año se han incautado 469 animales silvestres, 1.143 metros cúbicos de madera y 14.547 kilos de pescado.

Como lo denunció Catorce6 en 2007, ahora los animales ya no son expuestos junto a perros y gallinas en las plazas de mercado, sino se venden por catálogo. En las plazas es fácil encontrar un voceador, que muestra el ajuar de animales a través de un celular.

Dependiendo de lo exótico del animal aumenta su precio. En la investigación de Catorce6 el traficante cobraba 150 mil por una tortuga, 200 mil por una guacamaya y hasta 700 mil por un tigrillo, y se comprometía a llevar a los animales a la puerta de su hogar.

Los animales son traídos del Meta, Flandes (Tolima) y Girardot (Cundinamarca), donde los traficantes tienen sus sitios de acopio. Allí llegan los animales de la costa Caribe, la región pacífica y la Orinoquia.

“Como todo negocio, el tráfico de fauna depende de la demanda. Si los ciudadanos no compraran animales silvestres seguro no se vería esta masacre contra la fauna colombiana, que lamentablemente es apetecida en mercados nacionales e internacionales”, apuntó Yudy Cárdenas, bióloga del Centro de Fauna de la SDA, que a diario atiende como mínimo 10 animales víctimas de este tráfico.

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Editorial

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