Polémica ha resultado la medida tomada por la Corporación Autónoma de Cundinamarca CAR de militarizar un tramo amplio del río Bogotá, como lo anticipó desde esta mañana Catorce6.
Según Néstor Franco, director de la CAR Cundinamarca, la medida busca evitar que industrias y riegos de cultivos roben el agua del afluente, para así permitir que la misma llegue al embalse El Muña que surte de energía a la capital del país y cuya reserva también se ha visto afectado por el Fenómeno del Niño.
La medida, según Franco, aplicará hasta el próximo 30 de julio, cuando se cree que haya pasado la amenaza de racionamiento que afronta Bogotá y el país. Sin embargo, no es claro si de ahí en adelante se seguirá vigilando y castigando el robo del líquido o si es una medida pasajera.
El director de la CAR señaló a diferentes medios de comunicación que “no es una militarización para generarle pánico a la comunidad, sino un camino para garantizar que el agua llegue al Muña”.
Ambientalistas han señalado que puede ser una medida coyuntural con la que se estaría tapando una posible ineficiencia en el control del recurso hídrico.
El abogado e investigador Rodrigo Negrrette criticó la medida y aseguró que “el tema es que la CAR tiene que ejercer un control sobre los cuerpos de agua de su jurisdicción… Entonces, militarizar el río en este momento demuestra una debilidad y falta de presencia de la CAR en ese sitio. Eso quiere decir que no está cumpliendo su papel y que no ha controlado esas captaciones de agua”.
Y fue más allá: “Están aprovechando una coyuntura para tapar la falta de eficiencia en el control sobre el uso del agua”.
Finalmente y como parte de las medidas adoptadas ante el riesgo de un apagón, la CAR Cundinamarca anunció que a partir de este jueves y hasta el 30 de julio liberará alrededor de 78 millones de metros cúbicos de agua, que aportarán a la represa de El Muña para la generación de energía.
Cortesía Canal Capital