El presidente electo ya anunció que el Ministerio de Agricultura absorberá al de Ambiente, lo cual tiene prendidas las alarmas entre ambientalistas. A ello se suma su anuncio de retirarse del acuerdo de París.

Todavía faltan más de 35 días para que Jair Bolsonaro asuma la Presidencia de Brasil. Eso ocurrirá el 1 de enero del año próximo. Sin embargo el ganador de las elecciones en el país vecino ya hizo los primeros anuncios que tienen en alerta máxima a indígenas y ambientalistas porque comienza a cumplir las amenazas que hizo en campaña.
Hace unos días, el presidente electo anunció que no seguirá brindando autonomía al Ministerio de Ambiente de ese país y que por eso lo fusionará con el de Agricultura para que las políticas públicas estén sujetas a lo más conveniente para ese sector de la economía.
Y es que las declaraciones previas de Bolsonaro y sus próximos funcionarios ya evidencian lo que será la autoridad ambiental en Brasil. En agosto, en una visita al estado amazónico de Roraima, Bolsonaro criticó los controles de las agencias estatales de temas ambientales, ICMbio e Ibama, que "perjudican a quienes quieren producir".
A esto se suma el anuncio de campaña, que en los últimos días fue reiterado, de que Brasil como Estado abandonará el acuerdo de París, un anuncio muy grave porque el país está entre los más contaminantes del mundo con 462 mil kilotoneladas en 2016. No obstante las cifras venían en descenso pues cayeron en un 6,1% con respecto a 2015. Esa tendencia podría verse alterada, nuevamente al alza. (Leer más: Preocupación por futuro del Amazonas si candidato Bolsonaro llega a presidencia de Brasil)
El general Oswaldo Ferreira, uno de los hombres más cercanos al presidente electo y quien estría en el Gobierno, declaró en una entrevista reciente con el periódico Estado de S.Paulo que en la década de 1970 -cuando el gobierno militar construyó una carretera que atraviesa la selva amazónica- no existían esos órganos reguladores para "joder la paciencia".
"Las dos agendas (medio ambiente y agricultura) son fundamentales para asegurar el equilibrio entre la conservación ambiental y la producción sostenible y deben tener el mismo peso en la toma de decisión del gobierno", escribió la coalición Brasil Selvas, Clima y Agricultura, en un comunicado difundido por la ONG WWF-Brasil.
Incluso el propio gobierno actual se manifestó en contra de las dos medidas y, a través de un comunicado, argumentó que ambos ministerios "tienen agendas propias" y "fragilizar la autoridad representada por el Ministerio de Medio Ambiente, en un momento en que la preocupación con la crisis climática se intensifica, sería temerario", afirmó en un comunicado el ministro actual de Ambiente, Edson Duarte.